Perdida esta ELEVACIÓN en que estaban Adán y Eva, por culpa del pecado original, el GERMEN de YAHVÉ, que estaba ínsito, dentro del ser y de las propias personas de Adán y Eva, COMENZÓ a PADECER la PASIÓN; pues este GERMEN DE YAHVÉ, que es el CUERPO de CRISTO en SEMILLA, el CUERPO de MARÍA EN SEMILLA, queda en Semilla en Adán y Eva, pasando así, ofendido, maltratado, sufriente ESTE DIVINO GERMEN, comunicándoSe por Su Propia Virtud o Poder, a través de las Generaciones que libre y gratuitamente determinó a lo largo de los siglos, hasta el momento de SU FLORECIMIENTO querido por Dios a través de Joaquín y Ana.
El CUERPO de MARÍA es el CUERPO de CRISTO; la CARNE de MARÍA es la CARNE de CRISTO. Y, aunque Adán y Eva y los Ángeles anteriores a ellos, contemplaron a Cristo y a María -pues ya desde toda la eternidad CRISTO se veía a SÍ MISMO ENCARNADO en MARÍA por obra y gracia del MUTUO AMOR de CRISTO y del PADRE, por obra, pues, de toda la TRINIDAD, por OBRA y GRACIA del ESPÍRITU SANTO, Que Es el INFINITO y ETERNO AMOR con que el PADRE y el HIJO SE AMAN- aún no había llegado la hora de SU FLORECIMIENTO a partir del Ser MARÍA ENVIADA a Joaquín y Ana, a través de las generaciones escogidas por Dios, por medio de las cuales el mismo GERMEN de YAHVÉ, por su PROPIA DIVINA e INFINITA VIRTUD, ÍBASE A SÍ MISMO transmitiendo, y santificando aquellos cuerpos y almas por donde quiso ir pasando.
Así pues, los santos ángeles todo se lo deben al GERMEN de YAHVÉ, a la CARNE PURÍSIMA, jamás contaminada, de MARÍA y JESÚS; y este GERMEN de YAHVÉ, este CUERPO de MARÍA, MARÍA MISMA, con SU DIVINO FRUTO, rodea al VARÓN JUSTO JOSÉ, desde el primer momento, para que fuese DIGNO CUSTODIO, DIGNO ABRAZO del PADRE a SUS DIVINAS PRENDAS, JESÚS y MARÍA.
Nosotros, como Ministros de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, hacemos presente, gracias al ORDEN SACERDOTAL, toda la ACCIÓN de CRISTO, SUMO y ETERNO SACERDOTE, en favor de los ángeles que fueron fieles y de los seres humanos; pero también los ángeles que no fueron fieles y que se condenaron podían haber recibido, de la ACCIÓN SACERDOTAL de CRISTO, que siempre nos tuvo presentes a nosotros como Ministros de su PROPIA ACCIÓN SACERDOTAL, la GRACIA y la MISERICORDIA para nunca haber podido pecar.
Sin embargo, los ángeles que se rebelaron contra el PLAN DIVINO, no aceptando la ACCIÓN SACERDOTAL del ÚNICO INFINITO y ETERNO MEDIADOR y de SU SANTÍSIMA MADRE, entre el PADRE y el UNIVERSO ENTERO, precisamente no pudieron comulgar, no pudieron recibir a CRISTO NUESTRO SEÑOR, no pudieron tener COMUNIÓN con ÉL, y son también ahora y para siempre, los enemigos de la SANTA MISA, los que quieren continuamente trastocarLa, los que quisieran hacerLa desaparecer, aunque no lo podrán conseguir, porque CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, y Dios no es vencido por sus enemigos.
De este modo, pues, nosotros, los Ministros de Cristo, hemos de tener la vivencia continua de nuestro ORDEN SACERDOTAL, sabiendo que este ORDEN SACERDOTAL es la FUENTE que Dios en este mundo ha puesto para hacer presente SU PROPIA ACCIÓN SACERDOTAL.
Ha querido prolongar, a través de nosotros, SU PROPIA INMOLACIÓN SACRIFICIAL ETERNA, ÚNICA, INVENCIBLE; SU PROPIA OFRENDA PURA, SANTA, INMACULADA, que el PADRE y el ESPÍRITU SANTO, a través de nuestro MINISTERIO SACERDOTAL, envía a nuestras propias manos, que dejaron de ser manos para nosotros o de nosotros, a fin de que fueran manos para Jesús y manos de Jesús Sumo y Eterno Sacerdote.