1. Confesamos la Perenne verdad de que el elegido en cónclave, si acepta, recibe el Papado.
2. Y que cuando no habla como Papa, sino como doctor particular, no obliga a que se acepte sus opiniones.
3. Y si estas opiniones no concuerdan con el Perenne e Inmutable Magisterio de la Santa Madre Iglesia, no han de ser seguidas.
4. Respetamos lo que Dios quiere, tanto al Papa elegido como Su Magisterio Papal, pero no las opiniones que tuviere como persona particular no vinculantes y nunca las erróneas.
5. Una cosa es la Infabilidad Pontificia y otra la Indefectibilidad.
6. Los Papas son infalibles cuando hablan como Papas, pero no lo son si sus asertos no coinciden con el Papado, el Cual es Sobrenatural e Inmutable.
7. La Indefectibilidad es carecer de defecto.
8. Indefectible, sólo Dios y la Sagrada Familia.