Alma mía, ama a Jesús, Dios y Hombre Verdadero, con todo tu corazón, con todos los afectos de tu corazón, con toda tu delicadeza, con toda tu ternura, con toda tu afectividad, con toda tu dulzura, con toda tu pureza, con toda tu suavidad, con toda tu espiritualidad, con toda la capacidad amorosa de tu corazón.
Vida mía, ama a Jesús, Dios y Hombre Verdadero, con toda tu alma, con todo tu ánimo, con todo tu fervor, con toda tu devoción, con todo tu entusiasmo, con todo tu aliento, con toda tu respiración, con toda tu entrega, con todos tus latidos.
Alma mía, ama a Jesús, Dios y Hombre Verdadero, con toda tu mente, con toda tu inteligencia, con toda tu memoria, con toda tu imaginación, con todo tu recordar, con toda tu voluntad, con todo tu querer, con todo tu pensar, con todo tu meditar, con todo tu reflexionar, con todo tu profundizar, con todo tu razonar.
Alma mía, ama a Jesús, Dios y Hombre verdadero, con todas tus fuerzas, con todas tus cualidades, con toda Unión Sobrenatural con Él, con toda tu perseverancia, con toda tu ilusión, con toda tu calma, con todo gozo, con toda tu admiración, con todas tus complacencias, con toda tu bondad, con toda tu acogida, con todo tu agradecimiento, con todos tus nobles deseos.