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Aprovechemos todo sufrimiento para nuestra salvación

Cuando, por Amor a Dios, no podemos dejar de atender urgencias, sufrimos todos, pues la condición humana es falible, y, al no saber cómo ayudar a todos, quedan cabos sueltos siempre irremediablemente, porque entra en juego el buen o mal uso de la libertad.

Pero eso entra también dentro de la lucha por agradar a Dios en todo, tratando de servir a todos en Dios.

Que todo ello produce sufrimiento en todos, no cabe duda.

Aprovechemos el sufrimiento, unidos a Dios, para aprovecharlo en beneficio de nuestra salvación eterna y no desperdiciarlo.