EL ARREBATAMIENTO DEL QUE NOS HABLA LA DIVINA REVELACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
1 Corintios 15, 51-58:
«Pero escuchen este secreto: No todos moriremos, pero todos seremos transformados. En un abrir y cerrar de ojos seremos transformados. Esto sucederá al toque final de la trompeta, pues la trompeta va a sonar, y los muertos serán resucitados con un cuerpo que nunca se pudre y todos seremos transformados. Nuestro cuerpo que se va a podrir, se vestirá con lo que nunca se pudre; y este cuerpo que va a morir, se vestirá con lo que nunca muere. Cuando lo que se pudre se vista con lo que nunca se pudre, y cuando lo que muere se vista con lo que nunca muere, entonces lo que dice la Escritura se hará realidad: «La muerte ha sido devorada por la victoria. Muerte, ¿dónde está tu victoria? Muerte, ¿dónde está tu aguijón?» El aguijón de la muerte es el pecado. El poder del pecado es la ley. Pero demos gracias a Dios que nos ha dado la victoria a través de nuestro Señor Jesucristo. Por lo tanto, hermanos, permanezcan firmes y no dejen que nada los haga cambiar. Dedíquense totalmente a trabajar para el Señor, bien saben que su trabajo no es en vano».
1. No es el milenarismo. No se trata del milenarismo, condenado por la Santa Madre Iglesia.
2. La vida de los seres Humanos en los nuevos cielos y en la Nueva Tierra no es vida semejante a un paraíso meramente natural, sino la Vida Toda Divina de los habitantes de la Nueva Jerusalén.
3. Es permanecer en estado glorioso con Jesucristo Nuestro Señor.
4. Es entrar sin morir en la Resurrección Gloriosa: Transformación instantánea del cuerpo mortal y miserable en cuerpo glorioso, lleno del esplendor de la Gloria.