ARTÍCULO PRIMERO, PÁRRAFO 1
Senior 1, § 1:
P.A.C.E. L.A. O.P.U.S. D.O.M.U.S. C.R.A.S. C.O.R. IESU + MARÍÆ + IOSEPH: GRATIA ET MISERICORDIA SANCTÍSSIMÆ TRINITATIS: HIJOS E HIJAS DE LA MADRE DEL SUMO Y ETERNO SACERDOTE. S.A.C.R.A.T.Í.S.S.I.M.A. V.Í.A. + C.R.U.C.I.S. + L.U.C.I.S. + P.A.C.I.S., es una «Asociación de almas de todo», almas que se consagran a la Santísima Trinidad, Padre e Hijo Único Jesucristo Eucaristía y Espíritu Santo, y a los Sagrados Corazones de Su Sagrada Familia Nazarena, María y José.
Fue inspirada esta Obra en el año mil novecientos setenta y dos, durante el mes de octubre, mientras tenía lugar el Ofertorio de la Santa Misa.
El Cielo expresaba Su Voluntad de fundar una «Obra de Consagración de Consagrados», en la cual estuviese presente Sor Lucía de Fátima: «Obra de Consagración de Consagrados», para vivir continuamente la Santa Misa, en la cual Obra estará Sor Lucía de Fátima, el Mensaje que ella recibió del Inmaculado Corazón de Nuestra Eucarística y Maternal Señora del Santísimo Rosario.
Esta Obra está ideada para cubrir todas las horas del día y de la noche, presididas, cada una, por un anciano (Senior) de los veinticuatro ancianos (Seniores) del Apocalipsis, de L.A. O.P.U.S. = Lapis Angularis Oblatio Patri Unigéniti Spíritu, es decir, Ancianos que están alrededor del Cordero Inmolado, El Cual Es El Que Es «La Piedra Angular, la Oblación al Padre del Unigénito en el Espíritu»: Oblación Que Es Jesucristo, Que Se ofrece a Sí Mismo al Padre en el Espíritu Santo.
Esta continua unión a los Coros del Cielo se deberá procurar sin agobiar a las almas y según cada una de ellas pudiere con la ayuda de Nuestro Señor, en la Alabanza, Amor, Adoración, Acción de Gracias, Reparación, Súplicas a la Sacratísima Humanidad de Cristo Ofrecida al Padre por el mismo Cristo, con Él Mismo, en Él Mismo y a Él Mismo, en la infinita unidad de Su Padre y de Su Mutuo y Eterno Amor, Que Es el Espíritu Santo, en las Llamas de Amor del Inmaculado Corazón de María y José, al pie de la Cruz, como perpetuos Oblatos, Orantes, Oferentes y Flamantes, viviendo cada cual los respectivos sellos o caracteres indelebles y sacramentales del Bautismo, Confirmación y del Orden Sacerdotal los ministros de Cristo, unidos todos a los Coros del Cielo, en el espíritu que Dios concedió a nuestro Padre Espiritual el Venerable Padre Rafael Eliseo Sánchez García, de hacer del mundo un Monasterio.