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Consejos I

Vivamos a la Santísima Trinidad y a la Sacratísima Humanidad del Verbo y Todos Sus Misterios en Su Santísima Eucaristía.

Adoremos Todas Sus Más Mínimas y Sacratísimas Gotas de Sangre y Agua y Sus Más Mínimas Sacratísimas Partículas Eucarísticas, con la Llama de Amor de la Inmaculada Concepción, Madre del Sumo y Eterno Sacerdote, y de Su Siempre Virgen Esposo Purísimo San José.

Por la Gracia y Misericordia de la Santísima Trinidad, estemos siempre creciente y divinamente unidos al Cielo, al Purgatorio, a los Párvulos muertos sin Bautismo antes del uso de razón, y siempre más y más sobrenaturalmente unidos a Todos los Fieles de la Tierra, a la Sagrada Jerarquía Fiel a San Pedro Apóstol, Padre de los Apóstoles, que reina con Cristo en Su Divina Gloria, en Su Inmutable y Divina Doctrina que jamás podrá ser agotada ni cambiada por toda la Eternidad.

Siempre más y más hambrientos y sedientos de recibir, con el Inmaculado Corazón de Nuestra Madre, Unidos a todos los Santos y Ángeles de la Gloria, de rodillas y en nuestra boca y debidamente preparados, el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de la Persona Únicamente Divina Que Es Nuestro Señor Jesucristo, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, el Hijo Único y Eterno del Padre, Igual al Padre y al Espíritu Santo, que con Su Mismo y Único y Eterno Padre y Su Mutuo y Eterno Amor, Que Es El Espíritu Santo, Es El Único Dios Vivo y Verdadero, y viene libre y gratuitamente a nosotros en la Santísima Comunión, para Ser Nuestro Alimento, Nuestro Todo e Infinito Bien en toda nuestra vida en la Tierra y por Toda la Eternidad.

Supliquemos humildemente a la Santísima Trinidad se digne misericordiosamente otorgarnos una espiritual y devoradora Hambre y Sed de Creciente Santidad, para la Mayor Honra y Gloria Suya y Santificación y Eterna Salvación nuestra y de todas las almas.

E, igualmente, Se digne concedernos, por Su Divina Gracia y Misericordia, estar cada vez más llenos de las Divinas Llamas del Divino Amor de la Sacratísima Familia, Jesús, María y José, irradiando Su Divina Luz, Su Divino Amor hacia todo el género humano y hacia todo el universo, más y más.

Consagrémoslo todo y consagrémonos del todo, creciente e incesantemente, a los Sagrados Corazones de Nuestro Señor Jesucristo, de Nuestra Santísima Madre y Su Purísimo y Siempre Virgen Esposo San José, llenos, más y más, de Su Divina Unción, para ATRAER todo y a todos,

AL CENTRO, FUENTE, ORIGEN y CULMEN

del Universo entero y de Toda SU ÚNICA IGLESIA, la Verdadera Católica, y de Todo Bien;

¡¡¡PARA ATRAER TODO Y A TODOS AL CENTRO, FUENTE, ORIGEN y CULMEN DE TODO BIEN, QUE ES CRISTO EUCARISTÍA!!!