Hijo Nuestro Muy Amado, Pedro Apóstol, Padre de los Apóstoles:
Me agrada que Me deis la frente, no la espalda, en la entrega de todo vuestro ser ante Mi Presencia Verdadera, Real, Substancial, Eucarística.
No Me retiréis del Centro de Mis Templos.
Podéis TenerMe Sacramentado, además, en una digna Capilla lateral del Templo, en orden a un mayor recogimiento de Mis Fieles en Su Íntima Comunicación Sobrenatural Conmigo; pero sin dejar de tenerMe, al mismo tiempo, en el Tabernáculo Del Altar Mayor del Templo.
Con ello buscad unir Mis Altares a Mis Retablos y a Mis Sagrarios.
Por Amor de Mí, no Me quitéis Mi Puesto y no Me deis la espalda para dar el rostro a Mi Pueblo, Ministros Míos.
DadMe, con todos y como humildes modelos de todos, vuestros rostros a Mí, como todos Mis Bienaventurados, Bienaventuradas y Santos Ángeles en el Cielo.