Compartir

Decimoctavas Confidencias de Jesús a Sus Obispos de todos los tiempos

1. «Obispos Míos: ¿A qué os dedicáis? ¿A usar Vuestra Divina Potestad para aconsejar o a veces casi mandar u ordenar lo que Yo no aconsejo ni mandaré jamás?

2. ¿A qué viene decir a Mis Amadas Almas que pueden o incluso deben vacunarse con una vacuna que ni Yo bendigo ni vosotros podéis bendecir?

3. ¿Para qué estáis usando la Potestad que Mi Padre y Yo y Nuestro Espíritu Santo os hemos conferido? ¿Creéis de verdad que esa vacuna es de Nuestro agrado? No está realizada bajo Nuestra Inspiración, sino por Nuestros enemigos.

4. ¿Y vosotros os situáis del lado de Nuestros enemigos?

5. ¿Qué hacéis con vuestras vidas y con las vidas de tantas almas que os siguen?

6. No les deis mal ejemplo. No las arrastréis hacia el abismo.

7. Habladles de Mí. Que las enfermedades vienen por los pecados. Que no pequen más.

8. Los del Sanedrín, muchos de ellos, usaron su Poder para separar a Mis almas de Mí, clavándoMe en la Cruz.

9. No Me clavéis ni Me azotéis más. ¿Os parece poco lo que sufro por vosotros? No imitéis a las autoridades que emplearon sus Poderes, recibidos de Mi Padre y de Mí y de Nuestro Espíritu Santo, para crucificarMe.

10. Imitad a Mi Madre y a San José: Ellos jamás en nada Nos desagradaron, sino que, por el contrario, en todo Nos obedecieron más y mejor que todos Nuestros Santos y Ángeles del Cielo juntos, sin comparación».

Etiquetas: