Mi Amado Pedro:
TÚ ESTÁS VIENDO, en Nuestra Divina Esencia, cuán extraviadas andan multitudes en Mis Templos.
Hablan entre sí, como si Yo no estuviera Tal y como en el Cielo en Mis Sagrarios.
Y, aunque Yo no estuviera Sacramentado, tengo una muy especial Presencia en MisTemplos, en la Infinita Unidad de Mi Padre y de Nuestro Espíritu Santo.
Hablan con las criaturas, hablan como si Mis Templos no estuviesen muy especialmente llenos de Mí y de Mi Padre y de Nuestro Espíritu Santo.
Hablan y hablan como si Mis Sagrados y Católicos Templos no fuesen especiales y consagrados lugares de Encuentro Conmigo y con Mi Padre y con Nuestro Espíritu Santo.
Mis Templos de piedra, al no ser usados debidamente, -sólo para el Divino Culto de Nuestro Único Trinitario Nombre-, son mudos Testigos de la profanación de las almas, de los cuerpos, de los espíritus, los cuales quedan manchados por miles de pecados contra la Verdadera Adoración que Nuestro Divino Nombre merece.