1. «Obispos Míos, tenéis plena jurisdicción sobre vuestra Grey para darLe buenos pastos y guiarLa según Mi Corazón: YO OS LA HE DADO.
2. No podéis esperar a que otro Obispo haga lo que tiene que hacer, para que vosotros hagáis lo que debéis hacer: OBEDECERME A MÍ.
3. Nadie os puede impedir que celebréis Mi Santa Misa de cara a Mí.
4. Nadie os puede impedir que, para ello, unáis Mis Altares a Mis Sagrarios.
5. Nadie os puede impedir que deis Mi Sagrada Comunión sólo en la boca y de rodillas.
6. Nadie os puede impedir que, para ello, pongáis los correspondientes reclinatorios.
7. Nadie os puede impedir que ordenéis absoluto silencio y santo recogimiento y santa pureza y santa modestia en Mis Templos.
8. Nadie os puede impedir que prohibáis en vuestra Grey la humana iniciativa de los «ministros extraordinarios de la Comunión», pues ello es contra Mi Voluntad.
9. Nadie os puede impedir que vuestros sacerdotes y diáconos Me obedezcan en todo, como os mando a vosotros.
10. Nadie os puede impedir que hagáis lo que tenéis que hacer, y hacerlo pronto, para no condenaros ni arrastrar a Mis almas hacia la eterna condenación».