Compartir

Ecumenismo verdadero

PALABRAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS Y REY ETERNO Y UNIVERSAL, DIOS Y HOMBRE VERDADERO

1. Hijos e Hijas: Vosotros, los que creéis en Mí, sabéis que Soy El Que Soy El Único Dios Vivo y Verdadero, en la Infinita Unidad de Mi Padre y de Nuestro Espíritu Santo.

2. Por lo tanto, todo encuentro con vuestros semejantes ha de ser para comunicaros mutuamente ESTA BUENA NUEVA, ESTA BUENA NOTICIA.

3. Allí donde estéis hablad de Quién Soy Yo, y de Qué Soy Yo.

4. Hablaréis acerca de que Yo Soy El Hijo Único de Dios, Igual a Mi Padre Dios, pues Soy El Conocimiento Que Mi Padre Tiene de Sí Mismo desde Toda Nuestra Eternidad y para Toda Nuestra Eternidad, en Nuestro Eterno Presente, sin principio ni fin.

5. Y hablaréis de que Yo Soy Dios, el Único Dios Vivo y Verdadero, en la Infinita Unidad de Mi Padre y de Nuestro Eterno y Mutuo Amor, Que Es Nuestro Espíritu Santo; y hablaréis de que Yo, sin dejar de Ser Dios -pues no puedo dejar de ser Dios, ya que ello es absolutamente imposible-, ME HE QUERIDO HACER, por Obra y Gracia Mía y de Mi Padre y de Nuestro Espíritu Santo, CARNE PURÍSIMA DE MI INMACULADA CONCEPCIÓN, LA LLENA DE GRACIA, MARÍA, MI MADRE SANTÍSIMA, LA PERPETUA VIRGNIDAD, LA GLORIOSA ASUNCIÓN, LA MATERNIDAD DIVINA, LA MATERNIDAD ESPIRITUAL PERPETUA Y UNIVERSAL, LA ABOGADA, LA CORREDENTORA, LA MEDIANERA DE TODAS MIS GRACIAS.

6. Allí donde reciban este MENSAJE, LA INFINITAMENTE BUENA NUEVA, PERMANECED.

7. Pero donde no acepten este DIVINO Y ETERNO ANUNCIO, no permanezcáis.

8. Por eso, en los encuentros con los que no Me aceptan Tal Cual Yo Soy y os enseño, no podéis permanecer sino únicamente para ayudarles por Nuestro Divino Amor a que crean en Mi Padre y en Mí y en Nuestro Espíritu Santo, Que Es El Amor Mutuo, Infinito, Subsistente, Personal, Único y Eterno de Mi Padre y Mío.

9. Si en esos encuentros no aceptan esta NUESTRA BUENA NUEVA, TAL CUAL ES, CATÓLICA, INMUTABLE, INFALIBLE Y ETERNA, salid de allí, como Yo Mismo, de consuno con Mi Padre y Nuestro Espíritu Santo, os mando en Nuestro Evangelio (ved Evangelio de San Mateo 10, 14).