EL «NOVUS ORDO», EN LA CELEBRACIÓN DE LOS DIVINOS MISTERIOS
BREVE HORA SANTA DE JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE, A SUS MINISTROS SAGRADOS
«EL «NOVUS ORDO» está PERMITIDO por MÍ, para que el SACERDOTE viva su CARÁCTER del ORDEN, que le hace posible actuar en MI PROPIA PERSONA.
PERMITIDO, NO ES QUERIDO, sino SUFRIDO por MI DIVINO CORAZÓN, porque ESE CAMBIO NO AYUDA a VIVIR en PLENITUD MI DIVINIDAD a través de MI SAGRADA HUMANIDAD.
Lo permito porque respeto la libertad, pero dando oportunidad a que el Sacerdote se vea como representante Mío ante el pueblo, de cara a él, y se dé cuenta de lo difícil que es hacer Mis Veces, aún con la Fuerza del Orden Sacerdotal; y, así, reaccione, volviendo al Orden Tradicional que lo ampara, protege y ayuda para que no se vea y se crea solo o desprotegido ante el peligro.
Cómo celebrar el «NOVUS ORDO»
El «NOVUS ORDO» ha de ser celebrado de manera EXTÁTICA O «QUASI» EXTÁTICA SOBRENATURAL, saliendo el Sacerdote de sí mismo, y no teniendo más conciencia que la CONCIENCIA de NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, que es ÚNICAMENTE CONCIENCIA de PERSONA SOLAMENTE DIVINA, la SEGUNDA de la SANTÍSIMA TRINIDAD; y, por tanto, la celebración del Novus Ordo requiere una grandísima TRANSFORMACIÓN MÍSTICA SOBRENATURAL en CRISTO SUMO y ETERNO SACERDOTE, una vivencia muy especial del SACRAMENTO del ORDEN, sin la cual no es posible que ayude -como verdaderamente lo hace el Vetus Ordo-, a la vida personal del sacerdote y a la vida personal y comunitaria de sus feligreses.
YO, EN LA INFINITA UNIDAD DE MI PADRE Y DE NUESTRO MUTUO AMOR, QUE ES NUESTRO ESPÍRITU SANTO, ya he dado a conocer una FORMA de CELEBRAR que NOS agrada completamente, y que está sellada por MÍ, EN LA INFINITA UNIDAD DE MI PADRE Y DE NUESTRO MUTUO AMOR, QUE ES NUESTRO ESPÍRITU SANTO, HASTA EL FIN DEL MUNDO.
No dejéis esa forma que ahora llamáis EXTRAORDINARIA, porque ESA DEBE SER, -aunque EXTRAORDINARIA en SÍ MISMA, por lo inmensamente agradable que NOS ES-, la que ordinariamente habréis de CELEBRAR, amados Sacerdotes Nuestros.
Esta es la que debe ser llamada la FORMA o el MODO ORDINARIO, que CONSTITUYE la MANERA MÁS EXTRAORDINARIA de CELEBRAR MI DIVINO SACRIFICIO.
La FORMA TRADICIONAL NO ESTÁ PERMITIDA SINO QUERIDA por MÍ, EN LA INFINITA UNIDAD DE MI PADRE Y DE NUESTRO ESPÍRITU SANTO, atendiendo a que el SACERDOTE, por mucho que viva su CARÁCTER SACERDOTAL, NECESITA SIEMPRE CAER EN LA CUENTA de que NO es el MISMO CRISTO QUE YO SOY, sino MI REPRESENTANTE, necesitado siempre de MISERICORDIA, de la AYUDA continua de NUESTRA DIVINA GRACIA, para poder efectuar su MINISTERIO, con la HUMILDAD NECESARIA».
Cómo celebrar el «VETUS ORDO» o la forma tradicional
La CELEBRACIÓN del «VETUS ORDO» precisa, necesariamente, de una plena conciencia de ser Ministro de NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
Esta conciencia requiere un conocimiento exacto de la propia indignidad, ya que el Ministro de NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO nunca es suficientemente digno de representar al MISMÍSIMO y ETERNO y ÚNICO HIJO de DIOS.
Por lo cual, ha de estar profunda y crecientemente sumergido en la propia indignidad y en la INFINITUD de AQUEL al que ha de representar continuamente y, de MANERA ESPECIAL, en el ALTAR.