1. Es un pecado No creer en la Divina Fraternidad con Cristo.
2. Es un pecado No hablar de esta Divina Fraternidad a todo ser humano.
3. Es un pecado No querer anunciar a Cristo, Dios y Hermano Nuestro.
4. Es un pecado No creer en la Divina Revelación que Cristo nos otorga acerca de Sí Mismo y de Su Eterno Padre y de Su Mutuo Amor, Que Es El Espíritu Santo.
5. Es un pecado Igualar a Cristo con nosotros.
6. Es un pecado No creer que Cristo Nuestro Señor Es Infinita y Eternamente Superior y Distinto de nosotros.
7. Es un pecado No hablar de que Cristo Es El Único DIOS Vivo y Verdadero en la Infinita Unidad de Su Único y Eterno Padre y del Espíritu Santo.
8. Es un pecado Callar acerca de las Infinitas y Eternas Grandezas de Cristo Nuestro Señor.
9. Es un pecado No creer en la Divina Encarnación de Cristo.
10. Es un pecado No hablar de esta Divina Encarnación a todo ser humano.
11. Es un pecado No querer anunciar a Cristo, Dios y Hombre Verdadero.
12. Es un pecado No creer en la Divina Revelación que Cristo continuamente quiere darnos a conocer acerca de Sí Mismo y de Su Eterno Padre y de Su Mutuo Amor, Que Es El Espíritu Santo.
13. Es un pecado no creer en la Infinita Santidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo desde el primer momento de Su Encarnación.
14. Es un pecado No creer que Cristo Nuestro Señor Es Única y Exclusivamente Persona Divina, Eterna, sin principio ni fin.
15. Es un pecado No creer que Cristo Es tan Esencial a Su Padre Único y Eterno como Su Mismo y Eterno Padre Es Esencial a Cristo, pues Cristo Es El Pensamiento o Concepto Infinitamente Consciente e Infinitamente Inteligente Que El Mismo y Eterno Padre Tiene de Sí Mismo.
16. Es un pecado No creer que el Espíritu Santo Es tan Esencial al Padre Único y Eterno del Hijo Jesucristo como al Mismo Cristo, Hijo Único del Padre, pues El Espíritu Santo Es El Infinito y Eterno Amor Mutuo del Padre y del Hijo.