Compartir

Fraternidad papal

Cada Papa ha de estar en Comunión Fraterna con los Papas del Cielo.

San Pedro y todos Sus Santos Sucesores son Papas para toda la eternidad, y, sin embargo, no son muchas Cabezas Vicarias de Cristo, sino un sola: Jesús, mística y sacramentalmente hablando.

Pues si la Voluntad de Dios ha de cumplirse en la Tierra como en el Cielo, de haber dos Papas en la Tierra, no pueden ser de ninguna manera contrapuestos, sino que, como en el Cielo, se han de respetar y amar en la Tierra, teniendo un Solo Papado: CRISTO, CABEZA DE LA IGLESIA.

El uno no puede ser ajeno al otro, sino ser la Misma Voz, la de Nuestro SEÑOR JESUCRISTO.

La verdadera legitimidad está en la fiel obediencia al Único Dios Vivo y Verdadero.

Nuestra única legítima opción es recibir y obedecer al Único Enviado de Dios, a Su Único Hijo JESUCRISTO, que nos envía, junto con Su Padre, el Mutuo Amor Que Se Tienen, Que Es El Espíritu Santo.

Otras diferentes opciones, con respecto a la Única Verdad Que Es Cristo, no son legítimas, pues no son conforme a la Voluntad del Único Dios Vivo y Verdadero, Que Quiere que todos los hombres se salven y lleguen al Conocimiento de la Verdad, Que Es Su Único Hijo JESUCRISTO, Igual a Él y al Espíritu Santo.

En la Tierra Dios no quiso elegir a dos Apóstoles como Único Vicario Suyo, sino sólo a uno: Pedro.

Pero, ya que los hombres, en la Tierra, eligieron sucesivamente a dos, ¿cuál es la Voluntad de Dios?

Primero, que se reconozca que no son los hombres los que eligieron, sino Dios a través de ellos.

Segundo, que esta elección no recayó simultáneamente sobre dos a la vez, sino sobre uno sólo; y, pasado un tiempo, por retiro a la Oración del primero, la elección recayó sobre el otro.

Pero si uno de ellos quiso como Papa retirarse a la Sola Oración, ¿puede Nuestro Señor JESUCRISTO elegir a otro para la acción?

Sólo en este caso seguiría siendo realidad la necesidad de la elección de uno solo para la acción pastoral externa del Papado, como en el caso parecido de San Pedro Apóstol, Padre de los Apóstoles, que, estando para siempre en el Cielo, sin aparecer visiblemente en la tierra, sigue siendo Papa, Piedra Fundamental sobre la Cual Cristo Nuestro Señor edifica a Su Única y Católica Iglesia.

Y así, el Papa Retirado, el retirado a la sola Oración, por este solo hecho, ¿ya no sería Papa? No, sino que seguiría siéndolo, en Comunión con los del Cielo y con el de la Tierra, formando una unidad con todos ellos:

El ser una sola y única Piedra sobre la Cual edifica Nuestro Señor JESUCRISTO a Su Única Iglesia.