Compartir

Sobre Su Propia Victoria contra toda clase de enemigos

1. No podéis dar mayor importancia a Mi Iglesia que a Mí, -nos dice el Señor-.

2. No podéis considerar que Mis ministros tengan mayor poder que Yo.

3. No podéis pensar que los hombres hayan podido destruir Mi Iglesia, sin que Yo, Jesucristo, haya actuado para impedirlo.

4. Mis ministros pueden ser inválidos, pero Yo, Jesucristo, actúo, confundiendo a todos.

5. Un papa podría inutilizar Sacramentos, pero Yo Soy Quien les da el valor a los Sacramentos.

6. La letra, mata; pero el Espíritu es el que da la vida.

7. Con letras menos aptas, Yo actúo por encima de ellas y a pesar de ellas.

8. Mi Iglesia siempre existe y sale victoriosa de todas las tempestades, sólo con recurrir a Su Cabeza, Que Soy Yo, Cristo.

9. La Iglesia no es servidora de sí misma, sino Servidora Mía, que Soy Espíritu y Vida, y por eso Ella no se aferra a las palabras, sino al inmutable y divino contenido que a las siempre pobres palabras humanas Yo les obligo a expresar.

10. Yo, Jesucristo, no quedo vencido por la Iglesia infiel, sino que siempre os hago vivir Mi Iglesia Celestial.

11. Mi Iglesia y Mis Sacramentos no dependen de palabras o cambios de palabras, sino de la Inmutable e Infinita Ciencia e Infinito Poder e Infinito Amor e Infinita Fidelidad que Yo Soy en la Infinita Unidad de Mi Padre y de Nuestro Espíritu Santo.

12. Aún cuando mis enemigos trataran de anular Mis Sacramentos en mi Única Iglesia, ¿creéis que lo podrían conseguir?

13. Aún cuando cambiaran las palabras de la Ordenación Sacerdotal y Episcopal, ¿creéis que Yo les obedezco a ellos o que ellos Me atarían Mis Manos?

14. ¿HAY ACASO SUFICIENTES Y ADECUADAS PALABRAS PARA EXPRESAR EN SUS PROPIAS FÓRMULAS DE LENGUAJE HUMANO LA INFINITA EXCELSITUD Y SOBRENATURALIDAD DE MIS SACRAMENTOS?

15. ¿Podrían vencerMe Mis enemigos, aunque pretendieran con palabras alterar Mis Sacramentos, siendo Yo El Que Inspiro A Mi Iglesia El Contenido De Mis Sacramentos, y, según este Contenido, La Verdadera Significación que hay que darles a las palabras de las fórmulas siempre insuficientes e inadecuadas, comparadas con el Contenido Divino que, balbuciendo, pueden y deben significar, expresar y producir?

Etiquetas: