LA COMUNIÓN EN LA BOCA Y EN PROFUNDA ADORACIÓN ES LO QUE DIOS DESEA AL RECIBIRLE SACRAMENTADO
Por encima de todas las consideraciones humanas, se mantiene vivo el deseo de Nuestro Señor Jesucristo, el Cual nos quiere dar, en todo tiempo y lugar, un conocimiento sobrenatural de Sí Mismo y de Su Relación con nosotros, que siempre supera infinitamente a nuestra naturaleza humana y a la naturaleza de los Santos Ángeles y a toda naturaleza creada o creable, pues la Dignidad del Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo Es Infinita, y Él espera que nosotros todos nos demos cuenta más y más de ello y actuemos en consecuencia.
PRIMERO, LA SAGRADA COMUNIÓN, DE JESÚS A SU IGLESIA, EN LA BOCA, EN LA ÚLTIMA CENA Y EN LA TRANSFORMACIÓN DE LOS ESPÍRITUS QUE VAN MÁS Y MÁS SIENDO CONOCEDORES DE LOS DESEOS DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD.
LUEGO, INTERVINIENDO LA PEQUEÑEZ HUMANA DE PERSONAS HUMANAS, SIN QUERER AÚN AL MODO DIVINO, SE INTRODUJO FALTAS DE DIGNIDAD EN COMULGAR Y EN TODO.
Nuestros razonamientos, iluminados por la Divina Gracia, se van iluminando, hasta dejar de ser los razonamientos de personas buenas, para llegar a ser los RAZONAMIENTOS de Una Persona Que Es Jesucristo, Persona Infinitamente Buena, Única y Exclusivamente Divina, Igual Al Padre y al Espíritu Santo, El Unigénito del Padre, el Único Dios Vivo y Verdadero con Su Mismo y Único y Eterno Padre y con el Espíritu Santo, Amor Mutuo y Eterno de Ambos.