¿TODO SER HUMANO HA QUEDADO UNIDO A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO POR SU ENCARNACIÓN?
Gaudium et Spes, número 22, del Concilio Vaticano II:
«Ipse enim, Filius Dei, incarnatione sua cum omni homine, quodammodum, Se univit».
«El Hijo de Dios, con Su Encarnación Se ha unido, en cierto modo, con todo hombre».
Almas Mías:
¿De qué manera, de qué modo Yo Me uno con cada ser humano? Iluminándole, llamando a sus puertas.
Pero si no Me oye y no Me abre sus puertas, Yo no Me uno al ser humano, el ser humano no queda unido a Mí.
Aclarad bien Mis Misterios.
No todo ser humano está unido Conmigo.
Para unirse Conmigo, ha de creer en Mí, en Todo cuanto Yo Soy, pues Yo Soy El Único Dios Vivo y Verdadero en la Infinita Unidad de Mi Padre y de Nuestro Espíritu Santo.
Yo, de consuno con Mi Padre y con Nuestro Mutuo y Eterno Amor, Que Es Nuestro Espíritu Santo, he querido libremente, gratuitamente, desde Toda Nuestra Eternidad, iluminar con Mi Luz y con Mi Verdad, a todo ser humano que viene a este mundo.
Pero no todo ser humano es fiel a esta Luz Divina Mía y de Mi Padre y de Nuestro Espíritu Santo.
Por eso, no todo ser humano está unido Conmigo, sino el ser humano que Me es fiel, que cumple Mi Palabra, que cumple Mis Mandamientos, que es bautizado en el Nombre de Mi Padre y Mío y de Nuestro Espíritu Santo.