Te llamo, pues el Señor va a hacer presente Todo Su Sacrificio, Tal Cual Es, real, verdadera, substancial y enteramente en el Altar, igual que en el Calvario y en la Última Cena.
Mira: Allí están todos sus enemigos, todos…, ofendiéndoLe.
Ve tú con Nuestra Madre, San Juan y las piadosas mujeres para consolarLe, participando de Su Sacrificio, para adorarLe, darLe gracias, desagraviarLe, suplicarLe.
Mientras Él celebre con Sus Palabras Consecratorias, Él te llama, no Le dejes.
Y tú, ante las befas, herejías, blasfemias y apostasía, quédate atrás como el publicano de la Parábola, sin levantar los ojos, pidiendo Gracia, Misericordia y Perdón para ti y para todos.