1. Mi Santísima Madre DESTRUYE todas las obras del maligno.
2. Ella no desata con Sus Divinos Dedos ningún nudo efectuado por el maligno.
3. Ella no tiene ni el más mínimo contacto con esos nudos.
4. Ella, en nada es de satán, como pretenden Mis enemigos.
5. Donde puso satán sus condenados dedos de ángel rebelde, MI SANTÍSIMA MADRE no pone los DIVINOS, PURÍSIMOS DEDOS SUYOS.
6. Ella no se dedica a DESATAR lo diabólico, lo cual está para siempre condenado.
7. ELLA NO DESATA la atadura hecha por Mis enemigos, sino que, sin tocar siquiera esa maléfica atadura, ese diabólico nudo, LO DESTRUYE sin desatarlo, sin tocarlo, pues Ella no tiene nada que ver con el mal.
8. Ella OBRA CON MI PODER DIVINO.
9. A Mis Ministros, a Mis Sacerdotes les doy el PODER de atar y desatar.
10. Pero ellos no desatan nudos hechos por los demonios, pues ESTE PODER no consiste en un simple desatar lo que los demonios atan, ya que este DIVINO PODER no se pone jamás al nivel de la acción de atar que realizan Mis enemigos infernales y terrenales, porque Yo deshago las artes de Mis enemigos, no poniéndoMe a hacer simplemente algo parecido a su acción de atar, poniéndoMe en el plano de sus actos, sino que Mi Poder deshace las obras del maligno, no por los caminos de ellos, no por los caminos de sus nudos o desnudos, sino por Mi Infinito y Eterno Poder Que Es Divino, Creador, Infinitamente Transcendente, no creado, de CUYO PODER MÍO está INMENSAMENTE LLENA MI SANTÍSIMA MADRE, de la Cual Plenitud de Ella participan Mis Sacerdotes.
11. Por lo tanto, YO DESTRUYO LOS NUDOS MALDITOS DE MIS ENEMIGOS, NO DESATÁNDOLOS, sino sin tocarlos, sin tener parte con ellos, sino arrojándolos en el infierno y DESATANDO A MIS ALMAS de los lazos del maligno, pero sin dedicarMe a separar a los malignos de Mis almas, sino separando a Mis almas de los malignos, sin tocar a los malignos y malditos nudos, sino ATRAYENDO divina, sobrenaturalmente MIS ALMAS HACIA MÍ, PUES yo no tengo nada que ver con las obras del diablo.
12. Tampoco MI MADRE tiene algo que ver con las obras del maligno, como quieren Mis enemigos, blasfemando contra ELLA, considerando que ELLA tuviese el cometido de poner SUS DIVINAS MANOS en sus nudos o maldiciones para obrar al nivel de ellos: ellos atando y ella desatando, a merced de ellos mismos.
13. Por lo tanto, Mi Padre y Yo y Nuestro Espíritu Santo DECRETAMOS que esta falsa y pretendida advocación de Mi Madre, como desatadora de nudos, NOS OFENDE GRAVEMENTE A MI PADRE Y A MÍ Y A NUESTRO ESPÍRITU SANTO, Y A MI MADRE Y A MI IGLESIA Y A MIS SACERDOTES Y A TODO MI PUEBLO FIEL, PUES NO TENEMOS NADA QUE VER CON EL MODO DE SER Y ACTUAR DE LOS ENEMIGOS NUESTROS. AMÉN.