SEGUNDA CONFIDENCIA DE JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE
1. Mis hijas tienen otra Misión.
Tienen mis hijas la Misión de hacer surgir Mi Iglesia en la Tierra, pero dentro de su interior, en su interioridad Conmigo, Que Soy El Que Soy El Fundador, el Padre de Mi Iglesia, el Creador de Mi Iglesia, de consuno con Mi Padre y Nuestro Espíritu Santo.
2. No han de estar en el Altar.
Mis hijas han de estar en Mi Propio Interior, no en el Altar. Que no se las vea. Son Mi Corazón, Yo Me las guardo, Yo Me las recato y así las rescato de las miradas del mundo, que las profanan.
3. Ellas son recepción.
Mis hijas tienen el Don de recibirMe en su muy interior morada para ocultarMe del mal trato que Me dan los hombres inicuos, que buscan el placer y no la Santidad. Ellas Me guardan, como Sagrarios Vivos, como especiales conocedoras Mías, conocedoras de Mi Infinita Santidad.
4. Ellas son interioridad.
Mis hijas son Vida Interior. Internamente están llamadas por Nos a darNos Sus Sentimientos esponsalicios, filiales y maternales, para Nuestra Mayor Honra y Gloria.
5. En su interior es donde Dan.
En sus propios corazones maternales es donde ellas ofician en Nuestra Divina Presencia, a solas con Nos, ayudando a Mi Eterno Sacrificio Único, que Yo y Mi Padre y Nuestro Espíritu Santo hacemos Presente en Cada Misa Nuestra.
6. Son Madres espirituales.
Mis hijas, hijas de Mi Padre y de Nuestro Espíritu Santo, participan de Mi Santísima Madre Su Maternidad Virginal.
7. En Ellas se va gestando Mi Iglesia.
Ellas, como Representantes Espirituales de Nuestra Santísima e Inmaculada Concepción, han de ir gestando, en Su Interior unión con Nos, a los miembros de Mi Iglesia.
8. Ellas participan de Mi Madre.
QUEREMOS que Nuestras hijas vayan participando, más y más, de Mi Única y Santísima Madre, para que Ella vaya reflejando en Nuestras hijas, inagotablemente, más y más, Sus Virtudes Inacabables e inagotables.
9. Ellas han de ser Madres Espirituales Mías.
Nuestras hijas, participando de Mi Madre, como especiales y místicos Latidos y Místicos Miembros Maternales de Mi Madre Virginal, Purísima Concepción, han de ser, espiritualmente, Madres Mías por Mi Madre, con Ella, en Ella.