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Nonagésimos Diálogos de Jesús con San Pedro Apóstol, Padre de los Apóstoles

Hijo Nuestro Muy Amado, Pedro Apóstol, Padre de los Apóstoles:

«TÚ ERES PEDRO, Y SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARÉ YO MI IGLESIA, Y LAS PUERTAS DEL INFIERNO NO PODRÁN CONTRA ELLA. A TI TE DOY LAS LLAVES DEL REINO DE LOS CIELOS. LO QUE ATES EN LA TIERRA, QUEDARÁ ATADO EN EL CIELO; Y LO QUE DESATES EN LA TIERRA, QUEDARÁ DESATADO EN EL CIELO» (Mateo 16, 19)

PRUEBA DE FIDELIDAD A MARÍA SANTÍSIMA PARA MIS SACERDOTES

PEDRO: DÍ A LOS CORDEROS TODOS DE MI CELESTIAL REBAÑO QUE PEREGRINA AÚN POR LA TIERRA, DE PARTE MÍA, EN NOMBRE MÍO Y DE MI PADRE Y DE NUESTRO ESPÍRITU SANTO Y EN EL NOMBRE DE MI SANTÍSIMA MADRE:

4° CENÁCULO CON NUESTRA MADRE

CUARTA COMUNICACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, LA MADRE DE DIOS, CON NOSOTROS, HACIENDO DE NUESTROS HOGARES, CASA SUYA, CASA DE ORACIÓN

«Hijos, en estos momentos en que se cierran las Iglesias, enclaustraos Conmigo en vuestras Casas, convertidas en Casas de Oración.

Pensad que nada sucede sin el Consentimiento de Mi Santísima Trinidad, y que todo será para vuestro Bien, si Le amáis.

Yo Soy la Casa de Dios y la Puerta del Cielo. Vengo a vuestras casas para visitaros y permanecer con vosotros, con el fin de que habitéis en Mi Inmaculado Corazón.

Yo Soy la Casa de Oro, que significa Casa del Verdadero Tesoro Que Es Dios, y que desde el Principio estoy, estuve y estaré eternamente transformada en Dios, sin dejar de Ser la Pura Criatura y Sola Criatura más transformada en Dios que todos los habitantes de Mi Gloria Celestial.

Así como visité a Isabel y Me quedé en su casa unos tres meses, así quiero visitaros a todos y quedarMe con vosotros todo el tiempo.

No Me despidáis nunca de vuestras casas. Quiero permanecer siempre con vosotros. Quiero enseñaros a Orar.

Orad Conmigo. Orad despacio. No os agitéis, tranquilizaos en Mi Corazón.

Perseverad Conmigo en Mi Oración, en Mi Unión con Dios.

Yo Soy la Casa Llena de Gracia y Misericordia para todos vosotros, hijos.

Permaneced en Mí y Yo en vosotros, así estaréis más y más en Mi Hijo y Él Mismo en vosotros, en la infinita Unidad de Su Padre y del Mutuo Amor de Ambos, Que Es El Espíritu Santo.»

16 de Marzo de 2.020