Cada Una de las Tres Divinas Personas de la Santísima Trinidad, EL PADRE Y SU ÚNICO HIJO JESUCRISTO Y EL INFINITO Y ETERNO AMOR MUTUO DE AMBOS, QUE ES EL ESPÍRITU SANTO, de consuno, nos habla para nuestra Eterna Salvación.
1. A Mí no Me agrada que Mis Consagrados abandonen sus Sagrados Hábitos.
2. Muchos pecados se cometen por ello.
3. Mucho bien se deja de hacer en el mundo por no revestirse de Mis Sagrados Hábitos.
4. Va creciendo por eso el reino del pecado.
5. Se van contagiando los pueblos.
6. Se descristianiza la sociedad.
7. Se relativiza la Verdad.
8. Se deja paso al enemigo.
9. Se actúa con ello en contra de Nuestro Divino Querer.
10. Se van olvidando los corazones humanos de Nos.
11. Se producen cada vez mayores males.
12. Se desmoraliza a las almas.
13. Se azota a Nuestra Iglesia.
14. Se realiza el querer de los demonios.
15. Se deja de curar a las almas.
16. Se fomenta la rebelión contra Nuestros Divinos, absolutos e Inalterables Mandamientos.
17. Se deja de predicar con la presencia y signos propios Nuestros.
18. Se deja de conocer el estado de consagración a Nos.
19. Las almas se olvidan de los Santos Sacramentos.
20. Se deja de pensar en la eternidad.
21. Se producen miles de cataclismos espirituales y muchas más condenaciones eternas por el mayor número de incontables pecados que ello mismo origina.
P. PADRE.
A. AMOR.
C. CRISTO
E. EUCARISTÍA.