NOTA ACLARATORIA ACERCA DE NUESTRO DIVINO GUSTO
«Cuando hablamos del «GUSTO», os digo que Mi Padre y Yo y Nuestro Espíritu Santo no necesitamos gustar algo creado por Nos Mismo, con una especie de sentido del gusto, para poder saber a qué sabe.
Eso acontece en los seres vivos creados por Nos en la Tierra.
Pero si usamos esta expresión de que las Tres Divinas Personas Nos Agradamos, Nos Gustamos, es una manera humana de hablar y para que Nos entendáis un poco.
Así como los seres humanos necesitáis tener el sentido del gusto espiritual y corporal, de alguna manera, para distinguir realidades por medio de este sentido, MI PADRE Y YO Y NUESTRO ESPÍRITU SANTO NO NECESITAMOS DE NADA, PUES NOS MISMO SOMOS NUESTRO INFINITO, DIVINO Y ETERNO GUSTO.
NOS «GUSTAMOS», ES DECIR, NOS AGRADAMOS MUTUAMENTE, INFINITA Y ETERNAMENTE, NOS GUSTAMOS VIVA Y DIVINAMENTE, SIN QUE NECESITEMOS HACER ACTOS VITALES DE GUSTAR PARA SABERNOS, PARA VIVIRNOS, SINO QUE SOMOS EL SER POR ESENCIA, EL SER POR SÍ MISMO, QUE DE NADA NECESITA Y ES INFINITAMENTE AGRADABLE: EL INFINITO Y ETERNO GUSTO.
Al usar el concepto creado de GUSTAR O SABOREAR, Nos referimos a Que Nos Mismo, Trino En Personas y Uno en Esencia, SOMOS NUESTRA PROPIA, INMENSA, INEFABLE, INALTERABLE, SUBSTANCIAL, DIVINA Y ETERNA GUSTACIÓN, SIN MOVIMIENTO O LIMITACIÓN ALGUNA.
Es una manera de hablar, a lo humano, para que Nos vayáis poco a poco conociendo, dado que Tuvimos a Bien Mi Padre y Yo y Nuestro Espíritu Santo el Manifestaros los Infinitos y Eternos Misterios de Nuestras Propias Tres Divinas Personas y de Nuestra Única Esencia Divina o Divinidad, a través de los Conceptos Propios de Mi Propia y Sacratísima Humanidad.
ContempladMe, pues, a Mí, viviendo Nuestros Propios e Infinitos Misterios Divinos, en Mi Gusto Humano Adorabilísimo, en Mis Propios Gustos Humanos e infinitamente Santos, con las Cuales Traduzco y Expreso en Forma Divinamente Humana, Mis Infinitas, Eternas y Divinas Relaciones Inefables con Mi Padre y con Nuestro Mutuo Amor, Que Es Nuestro Espíritu Santo».