Santísima Trinidad, Padre, Hijo Único Jesucristo y Espíritu Santo, Que Sois El Único Dios Vivo y Verdadero:
Habéis permitido que el mundo entero deje de andar por un tiempo.
Vos habéis silenciado forzadamente el ruido que todos hemos creado a nuestro alrededor.
Vos nos habéis hecho doblar las rodillas y pedir milagros.
Vos permitisteis que Os cerráramos Vuestros Templos, para que nos demos cuenta de cuán obscuro es nuestro mundo sin Vos en él.
Vos humillasteis a los orgullosos y poderosos.
La economía se está derrumbando, las empresas están cerrando.
Hemos estado muy orgullosos pensando que todo lo que tenemos, todo lo que poseemos, ha sido el resultado de nuestro arduo trabajo.
Hemos olvidado que ha sido Vuestra Gracia, Vuestra Misericordia, la que nos hizo quiénes somos y nos ha dado todo lo que tenemos.
Estamos dando vueltas en círculos en busca de alguna cura para esta enfermedad, cuando de hecho necesitamos humillarnos y pedir orientación y sabiduría sólo a Vos.
Hemos estado viviendo nuestras vidas como si estuviéramos aquí en la Tierra para siempre, como si no existieran ni el Cielo, ni el Purgatorio ni el Infierno.
Tal vez este virus es en realidad una forma Vuestra de purificarnos y preparar nuestras almas, para que vuelvan a Vuestros Divinos Sacramentos y Verdadera Oración, devolviéndonos a Vos.
Hoy, mientras estas palabras viajan por el internet, que todos los que las vean unan sus corazones y manos en oración pidiendo perdón, pidiendo curación y protección contra este virus, pero sobre todo, pidiendo que se haga Vuestra Santa y Divina Voluntad y no la nuestra.
SANTÍSIMA TRINIDAD, PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO:
¡Os suplicamos, libradnos de todo mal en la Tierra, si es Vuestra Voluntad!
VOS habéis estado esperando pacientemente que volvamos nuestros rostros hacia Vos, que nos arrepintamos de nuestros pecados.
¡Lamentamos ignorar Vuestra Voz, nos arrepentimos de ello con dolor de corazón y propósito sincero de enmienda!
Hemos sido egoístas, a veces hemos olvidado que Vos Sois DIOS,
¡¡¡El Único Dios Vivo y Verdadero, oh Santísima Trinidad!!!
¡Señor, no soy digno de que entréis en mi casa, pero una palabra Vuestra bastará para sanarme!
VOS, Señor, decid sólo una palabra y nuestras almas serán sanadas.
¡Os pedimos a Vos, Santísima Trinidad, sanación y liberación en Vuestro Divino Nombre, el Único Nombre Sublime, Padre, Hijo Único y Eterno Jesucristo, Igual al Padre, y Espíritu Santo, Amor Infinito y Eterno del Padre y del Hijo Único del Padre! Por los Infinitos méritos de Su Mismo Sacratísimo Corazón y del Corazón Doloroso e Inmaculado de María. Amén.
ENVIA ESTA ORACIÓN A LOS GRUPOS DE ORACIÓN Y PERSONAS QUE CREAS SE NOS PUEDAN UNIR.