SEGUNDA PARTE DE LA PRIMERA PARTE
MANSIONES DE ORACIÓN
VOLITIVAS INFUSAS
ABSORTAS
JESUCRISTO NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS Y DE TODO EL UNIVERSO, A SUS ALMAS
Mis almas:
La Voluntad de Mi Alma Adorabilísima Es Infinitamente Santa.
Su Propio Querer Es El Mismo Infinito y Eterno Querer de Mi Propia Voluntad Divina, Que Es La Misma Voluntad Divina de Mi Padre y de Nuestro Mutuo Amor, Que Es Nuestro Espíritu Santo.
Las Tres Divinas Personas Tenemos Un Mismo e Infinito y Eterno Querer.
Poned vuestras voluntades en Nuestra Divina Voluntad, uniéndoos a la Adorabilísima Voluntad de Mi Propia Alma Infinitamente Santa.
Recibid Nuestro Divino Querer.
No tengáis querer alguno distinto del Nuestro.
Adorad Nuestro Divino Querer. Seguid Nuestro Divino Querer.
Apeteced Nuestro Divino Querer.
Para esto hemos creado vuestras voluntades y todo vuestro ser.
Para esto hemos creado vuestros propios espíritus personales.
Para esto hemos creado vuestro ser o naturaleza humana y vuestras propias personas humanas: Para que, con toda vuestra libertad, Nos digáis, con toda verdad, que unís todo vuestro querer, el querer de todo vuestro ser y de toda vuestra persona, a NUESTRO DIVINO QUERER.
En esto consiste todo VUESTRO BIEN en el tiempo y en la eternidad.
La Entera VOLUNTAD de Mi Adorabilísima Alma está infinitamente Llena de Mi Propia, Infinita y Eterna VOLUNTAD DIVINA desde el Primer Instante de Mi Encarnación.
La Voluntad de Mi Propia Alma Tiene Todo Mi Infinito y Divino y Eterno Querer sin límites.
Si os dejáis hacer por Mi Voluntad Humana, recibiendo siempre Mis Impulsos, Mis Mociones, Mi Propio Querer Divino por medio de Mi Propia Voluntad de Mi Propia Alma Adorabilísima, os llenaréis más y más de Mi Luz, de Mi Infinita y Eterna Voluntad, La Misma Voluntad Infinita y Eterna de Mi Padre y de Nuestro Espíritu Santo.
Toda Mi Sacratísima Humanidad, Que Está Infinitamente Unida a Mí desde el Primer Instante de Mi Encarnación, Es por ello Infinita Luz, Infinita Voluntad, Infinito Querer, Infinita y Eterna e Inconmovible Santidad.
Yo Quiero, Yo Abarco con Mi Divina Voluntad infinita y eternamente a Mi Padre y Mi Padre Me Quiere, Me Abarca con Su Divina Voluntad Infinita y eternamente a Mí. RecibidNos a Nos, Que Somos Uno con Nuestro Mutuo Amor, Que Es Nuestro Espíritu Santo, Al Cual Mi Padre y Yo Queremos, Abarcamos con Nuestra Divina Voluntad Infinitamente y Eternamente, como El Mismo Espíritu Santo Quiere y Abarca con Su Divina Voluntad a Mi Padre e Igualmente a Mí.
Las Tres Divinas Personas Nos Queremos, Nos Abarcamos Mutuamente, Infinitamente, Eternamente.
Nos Queremos, Nos Abarcamos, Nos Poseemos infinita y eternamente en Nuestra Propia y Única Esencia Divina o Divinidad.
Sed, almas Nuestras, imitadoras Nuestras como hijos e hijas muy queridos.
RecibidNos en vuestro interior, en todo vuestro ser interior, en vuestras bocas, y tendréis Vida, Vida Sobreabundante.
RecibidNos, AmadNos, Aquietaos en Nos, quedaos siempre en una Santa Quietud Amadora Nuestra, Sencilla y Continua y Creciente, participada de Nuestra Inmutabilidad, de Nuestro Infinito y Eterno Querer, de Nuestra Divinidad.
Quered Nuestra Esencia Divina, Nuestra Propia Substancia Divina, es decir, Nuestra Naturaleza Divina o Nuestro Propio Ser Dios, el Único Dios Vivo y Verdadero Que Somos Mi Padre y Yo y Nuestro Espíritu Santo, Que lo llenamos todo, lo invadimos todo, lo penetramos todo, lo transcendemos todo, pues con nada ni con nadie Nos confundimos, Nos diferenciamos infinita y eternamente de todo lo que hemos creado o podríamos crear.
QueredNos, AmadNos, quedaos, almas Nuestras, absortas en Nuestro Infinito Querer. Somos Vuestro Único Dios, Vuestro Único Creador, Vuestro Único Redentor, Vuestro Único Santificador, Vuestro Único Salvador y Glorificador.
Es para bien vuestro y Honra y Gloria Nuestra.
No queremos que os perdáis eternamente en el infierno, cosa que desgraciadamente sucedería si os queréis y os abarcáis a vosotros mismos y a los demás seres en la mentira, en el error, en el pecado, no teniendo en cuenta El Querer Que Somos Nos, El Que Es El Todopoderoso Amador Vuestro desde Toda Nuestra Eternidad y para Toda Nuestra Eternidad, es decir, en Nuestro Eterno Presente, en Nuestra Propia Y Eterna Esencia Divina. Os amamos. Queremos que estén unidos vuestros actos de voluntad, totalmente, a Nuestro Divino y Eterno Querer.
Hijos e Hijas Nuestras: Que eternamente podáis recibir de Nos frases como ésta:
«CON AMOR ETERNO OS HE AMADO, Y MISERICORDIOSAMENTE OS HEMOS ATRAÍDO HACIA NOS».
Aprended de NUESTRA SANTÍSIMA MARÍA a poner todo vuestro querer, todo vuestro desear, toda vuestra voluntad y libertad en Nos. Proclamad con Ella:
«MI ALMA GLORIFICA AL SEÑOR, Y MI ESPÍRITU SE ALEGRA EN DIOS, MI SALVADOR».