Compartir

P.A.C.E. 22. Mansiones de Oración Transformantes Infusas Absortas

SEGUNDA PARTE DE LA PRIMERA PARTE

MANSIONES DE ORACIÓN
TRANSFORMANTES INFUSAS
ABSORTAS

JESUCRISTO NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS Y DE TODO EL UNIVERSO, A SUS ALMAS

Mis almas:

No os importe sufrir en vuestro interior las pruebas purificatorias necesarias para poder acceder a estos estados espirituales de UNIÓN PERMANENTE CON NOS, Que Somos El Único Dios Vivo y Verdadero, Que os tomamos y os traemos a Nuestras Propias Tres Divinas Personas en La Paz Inalterable de Nuestro Ser.

Os amamos y os queremos adentrar más y más en Nuestra Propia Esencia.

No os preocupéis por el aparente desamparo universal que para ello conviene que sufráis, tras el cual se encuentra la Divina Pacificación Total de todo vuestro ser y de toda vuestra persona.

Vuestra naturaleza va quedando transparentada de Mi Propia Naturaleza Humana, y, por ello, va quedando transparente y transfigurada por Nuestra Propia Naturaleza Divina.

Y asimismo vuestros espíritus personales, que forman unidad natural con vuestras respectivas almas, y son como las cabezas directoras de vuestras mismas respectivas almas, van quedando adheridos a Cada Una de Nuestras Tres Divinas Personas, dándoNos permanentes GRACIAS por la Acción Transformante que Mi Padre y Yo y Nuestro Espíritu Santo vamos haciendo en vuestra naturaleza humana y en vuestras propias y respectivas personas o espíritus personales humanos que sois.

Vamos así separando sobrenaturalmente vuestra naturaleza humana del apego a vuestras propias personas o espíritus personales propios vuestros, y vamos asimismo separando sobrenaturalmente vuestros propios espíritus personales del apego a vuestra propia naturaleza, a fin de regalaros el Divino Apego Sobrenatural de vuestra naturaleza a la NATURALEZA MÍA HUMANA Y, POR TANTO, A LA NATURALEZA NUESTRA DIVINA, y REGALAROS igualmente EL DIVINO APEGO de vuestros respectivos espíritus personales humanos a NUESTROS PROPIOS TRES PERSONALES Y DIVINOS ESPÍRITUS, es decir, A NUESTRAS TRES DIVINAS PERSONAS QUE SON UN SOLO ESPÍRITU ESENCIAL, o sea, UN SOLO DIOS, UNA SOLA Y ÚNICA DIVINIDAD O SUBSTANCIA DIVINA, UN SOLO SER.

PedidLe a NUESTRA SANTÍSIMA MARÍA que os ayude a poner todo vuestro NATURAL, todo vuestro ser, todos vuestros sentidos y potencias, y todo vuestro propio ESPÍRITU PERSONAL, EN NOS.

Proclamad con Ella:

«MI «ALMA» GLORIFICA AL SEÑOR, Y MI «ESPÍRITU» SE ALEGRA EN DIOS, MI SALVADOR».