SEGUNDA PARTE DE LA SEGUNDA PARTE DEL TRATADO DE ORACIÓN CONTEMPLATIVA INFUSA
MANSIONES DE ORACIÓN
JUDICIALES INFUSAS
ABSORTAS
JESUCRISTO NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS Y DE TODO EL UNIVERSO, A SUS ALMAS
Mis almas:
Yo, Justo Juez, Soy Clemente y Misericordioso para las almas que sinceramente se arrepienten de sus pecados, creyendo en Mí, Que Soy El Único Dios Vivo y Verdadero, UN SOLO DIOS ÚNICO con Mi Padre y con Nuestro Espíritu Santo.
En el momento de la muerte, almas Mías, sois juzgadas por Mí y por Mi Padre y por Nuestro Espíritu Santo, EN EL JUICIO que cada persona o espíritu personal humano, EN PARTICULAR, recibe de parte de NOS.
SE LLAMA JUICIO PARTICULAR.
ES EL JUICIO que os debe interesar: EL JUICIO QUE NOS, EL ÚNICO DIOS, TRINIDAD SANTÍSIMA, PADRE E HIJO JESUCRISTO, —QUE YO SOY—, Y ESPÍRITU SANTO, tenemos y pronunciamos acerca de cada una de vuestras personas.
PREPARAD ESTE JUICIO.
Hay estados espirituales de Unión Sobrenatural con Nos o de Oración, en los cuales concedemos, libre y gratuitamente, a las almas, una ESPECIAL UNIÓN con Mi Corazón Divino de Juez Infinitamente Justo e Infinitamente Clemente y Misericordioso; y si Yo veo que el alma a ser juzgada por Nos, o ya juzgada por Mí, y por lo tanto por Mi Padre y por Nuestro Espíritu Santo, PODRÍA VOLVER a SU PROPIO CUERPO y vivir más tiempo en la Tierra para ALCANZAR con certeza la Gloria Eterna, tras su posterior muerte, a fin de evitarle la CONDENACIÓN ETERNA, —haciendo con esa alma uso de una especialísima y excepcional Misericordia—, PUEDO HACERLO, y como especial concesión, si otra u otras almas Me lo pidieran debidamente, y siempre por Mis Infinitos Méritos y por los de Mi Santísima Madre y San José, y por los de toda Nuestra Única, Una, Santa, Católica y Apostólica Iglesia.
EN ESOS ESTADOS DE ORACIÓN, QUE PODRÍAIS LLAMAR «MANSIONES JUDICIALES», YO Y MI PADRE Y NUESTRO ESPÍRITU SANTO PODEMOS ACEPTAR, LIBRE Y GRATUITAMENTE, SUS PROPIAS SÚPLICAS, UNIDAS A MI CORAZÓN INFINITAMENTE CLEMENTE Y MISERICORDIOSO, Y UNIDAS, CON TODOS LOS SANTOS, A LOS SAGRADOS CORAZONES DE MI SANTÍSIMA MADRE Y SAN JOSÉ.
PedidLe a NUESTRA SANTÍSIMA MARÍA, MADRE DIVINA MÍA, INMACULADA CONCEPCIÓN, REINA Y MADRE VUESTRA, que os AYUDE a PONER, EN NOS, todo vuestro NATURAL, todo vuestro ser, todos vuestros sentidos y potencias, así como todo vuestro propio ESPÍRITU PERSONAL, o sea, toda vuestra persona, es decir, el «yo» de cada una de vosotras, almas Mías, almas Nuestras muy amadas, EXPERIMENTÁNDOME A MÍ, MÍSTICA Y VERDADERAMENTE, DENTRO DE VOSOTRAS:
EXPERIMENTANDO, por medio de Mi Sacratísima Humanidad, algo de las «MANSIONES JUDICIALES» QUE MI PADRE Y YO Y NUESTRO ESPÍRITU SANTO OS QUERAMOS INFUNDIR EN VOSOTRAS, LIBRE Y GRATUITAMENTE, CON LAS ALMAS EN SU DIVINO JUICIO PARTICULAR TRAS LA MUERTE DE ELLAS MISMAS, PARA AYUDARLAS EN SU ETERNA SALVACIÓN. Así viviréis NUESTRAS «MANSIONES JUDICIALES», NUESTRO AMOR HACIA LAS ALMAS EN SU «JUICIO PARTICULAR AL MORIR SUS CUERPOS», EN LA HORA DE LA MUERTE DE SUS PROPIOS CUERPOS MORTALES, ESTANDO VUESTRAS ALMAS, Y LAS DE LAS JUZGADAS, EN NOS, Y NO EN LO CREADO; A FIN DE QUE OS MANTENGÁIS, VOSOTRAS Y ELLAS, EN ESTE ESTADO ESPIRITUAL DE «MANSIONES JUDICIALES INFUSAS POR NOS Y ARROBADAS EXCLUSIVAMENTE EN NOS», con la Ayuda de Mi SANTÍSIMA MADRE, POR MEDIO de SU INMACULADO CORAZÓN, UN SOLO CORAZÓN CON NUESTRO PURÍSIMO Y SIEMPRE VIRGEN ESPOSO SAN JOSÉ, PATRONO DE LA BUENA MUERTE Y DE LA ETERNA SALVACIÓN, EL VARÓN SIEMPRE JUSTO, EL SIEMPRE RODEADO DE NUESTRA INMACULADA CONCEPCIÓN. AMÉN.
SIEMPRE, EN LAS «MANSIONES JUDICIALES DE ORACIÓN», EN NUESTROS SAGRADOS CORAZONES, DICIENDO EN FAVOR DE LAS ALMAS QUE ESTÁN SIENDO JUZGADAS POR DIOS EN SU JUICIO PARTICULAR:
JESÚS, JOSÉ Y MARÍA, OS DOY EL CORAZÓN Y EL ALMA MÍA.
JESÚS, JOSÉ Y MARÍA, ASISTIDNOS EN VUESTRO SANTO TRIBUNAL.
JESÚS, JOSÉ Y MARÍA, MI ALMA CON VOS DESCANSE EN PAZ.
PROCLAMAD con Mi SANTÍSIMA MADRE:
«MI ALMA GLORIFICA AL SEÑOR, Y MI ESPÍRITU SE ALEGRA EN DIOS, MI SALVADOR».