SEGUNDA PARTE DE LA SEGUNDA PARTE DEL TRATADO DE ORACIÓN CONTEMPLATIVA INFUSA
MANSIONES DE ORACIÓN
BEATÍFICAS INFUSAS
ABSORTAS
JESUCRISTO NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS Y DE TODO EL UNIVERSO, A SUS ALMAS
Mis almas:
Yo quiero daros a conocer el Cielo. Ahora, no como si ya hubieseis llegado allí, sino en participación de la Gloria de los Bienaventurados.
Para llegar allí habréis de SUFRIR muchísimo.
De igual manera, aquí en la Tierra, para participar siquiera un poco de la Gloria de los Santos en el Cielo, también os preparo con el sufrimiento, sin el cual es imposible vuestra purificación.
Pero debéis aceptar el sufrimiento con Amor, con Nuestro Divino AMOR: No quejándoos, no impacientándoos, no perdiendo la calma que os regala y siempre lleva consigo Nuestro Divino Amor.
Si queréis vivir en mayor Comunicación Sobrenatural con Nuestros Santos y Santas y con Nuestros Santos Ángeles del Cielo, debéis también querer participar de los Divinos Sufrimientos Míos que ellos participaron. Todos Mis Bienaventurados bebieron de Mi Cáliz infinitamente Doloroso cuando estaban en tiempos de prueba.
Vosotras, Mis almas, que todavía vivís en el tiempo de Prueba, apeteced compartir, participar, beber del Divino Cáliz de Mis Infinitos Sufrimientos, y Yo, en la Infinita Unidad de Mi Padre y de Nuestro Espíritu Santo, os daré también a beber del DIVINO TORRENTE DE NUESTRAS PURÍSIMAS E INEFABLES DELICIAS.
Son las que podéis llamar «MANSIONES BEATÍFICAS» las que regalamos aún en el tiempo de Prueba a las esforzadas almas que, humildes y mansas, reciben toda clase de sufrimientos, con Divino Amor y Sincero y SOBRENATURAL Agradecimiento.
PedidLe a NUESTRA SANTÍSIMA MARÍA, MADRE DIVINA MÍA, INMACULADA CONCEPCIÓN, REINA Y MADRE VUESTRA, que os AYUDE a PONER, EN NOS, todo vuestro NATURAL, todo vuestro ser, todos vuestros sentidos y potencias, así como todo vuestro propio ESPÍRITU PERSONAL, o sea, toda vuestra persona, es decir, el «yo» de cada una de vosotras, almas Mías, almas Nuestras muy amadas, EXPERIMENTÁNDOME A MÍ, MÍSTICA Y VERDADERAMENTE, DENTRO DE VOSOTRAS:
EXPERIMENTANDO, por medio de Mi Sacratísima Humanidad, algo de las «MANSIONES BEATÍFICAS» QUE MI PADRE Y YO Y NUESTRO ESPÍRITU SANTO OS QUERAMOS INFUNDIR EN VOSOTRAS, LIBRE Y GRATUITAMENTE, COMUNICÁNDOOS CON LAS ALMAS DE QUIENES YA GOZAN DE LA VISIÓN BEATÍFICA DE NUESTRO ROSTRO Y CON NUESTROS SANTOS ÁNGELES, PARA ARROBAROS MÁS Y MÁS EN NUESTRA DIVINA ESENCIA Y EN NUESTRAS TRES DIVINAS PERSONAS.
Así viviréis NUESTRAS «MANSIONES BEATÍFICAS», NUESTRO AMOR HACIA LAS ALMAS EN SU INFINITA FELICIDAD, EN SUS CELESTIALES «MANSIONES BEATÍFICAS Y ETERNAS», ASI COMO NUESTRO DIVINO AMOR PARA CON LA GLORIA DE CADA UNO DE NUESTROS INNUMERABLES Y SANTOS ÁNGELES.
ASPIRAD A VIVIR EN LA TIERRA CRECIENTES PARTICIPACIONES DE ESTAS «MANSIONES BEATÍFICAS INFUSAS POR NOS, ARROBADAS EXCLUSIVAMENTE EN NOS», con la Ayuda de Mi SANTÍSIMA MADRE, POR MEDIO de SU INMACULADO CORAZÓN, UN SOLO CORAZÓN CON NUESTRO PURÍSIMO Y SIEMPRE VIRGEN ESPOSO DE NUESTRA SIEMPRE VIRGEN MARÍA, SAN JOSÉ, PADRE ESPIRITUAL DE TODOS LOS BIENAVENTURADOS, EL VARÓN SIEMPRE JUSTO, EL SIEMPRE RODEADO DE NUESTRA INMACULADA CONCEPCIÓN, QUE ES NUESTRA MISMA Y SIEMPRE VIRGEN MARÍA. AMÉN.
SIEMPRE EN LAS «MANSIONES BEATÍFICAS DE ORACIÓN», EN NUESTROS SAGRADOS CORAZONES, DICIENDO Y ENSEÑANDO A DECIR:
JESÚS, JOSÉ Y MARÍA, OS DOY EL CORAZÓN Y EL ALMA MÍA.
JESÚS, JOSÉ Y MARÍA, ASISTIDNOS EN NUESTRA ÚLTIMA AGONÍA.
JESÚS, JOSÉ Y MARÍA, CON VOS DESCANSE EN PAZ LA HUMANIDAD Y EL ALMA MÍA.
PROCLAMAD con Mi SANTÍSIMA MADRE:
«MI «ALMA» GLORIFICA AL SEÑOR, Y MI «ESPÍRITU» SE ALEGRA EN DIOS, MI SALVADOR».