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P.A.C.E. 73. Mansiones de la Divina Encarnación

JESUCRISTO NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS Y DE TODO EL UNIVERSO, A SUS ALMAS

Hebreos 4:12 – 13

Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos; y que alcanza hasta partir el alma y el espíritu, y las coyunturas, y los tuétanos; y que discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

Tesalonicenses 5:23

Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Mis almas:

Yo Soy La Eterna Palabra de Mi Eterno Padre, Yo Soy Su Eterno Verbo, Igual a Él: quien Me ve a Mí, ve a Mi Padre. Yo estoy en el Padre y el Padre está en Mí.

Yo Soy El Que Soy la Palabra Hecha Carne, La Palabra Encarnada.

Yo Soy El Que Soy El Verbo Encarnado, El Verbo Hecho Carne.

Mi Carne Es Desde El Primer Momento de Mi Encarnación Toda Mía y de Mi Padre y de Nuestro Espíritu Santo.

Yo Soy El Encarnado, Sin Dejar de Ser Igual a Mi Padre y a Nuestro Espíritu Santo, Un Solo y Único Dios Vivo y Verdadero con Ellos.

YO SOY EL QUE ME ENCARNO POR MÍ MISMO, SIN DEJAR DE SER DIOS, Y ME ENCARNO POR OBRA Y GRACIA DE MI PADRE Y MÍA Y DE NUESTRO MUTUO AMOR, QUE ES NUESTRO ESPÍRITU SANTO.

Mi Carne tiene todas Nuestras Infinitas Prerrogativas Divinas. Mi Carne tiene absolutamente Todo lo Que Yo Soy, y no por participación, sino en Plenitud Absoluta, Total, Todo Lo Que Yo Soy y Tal Cual Yo Soy.

Y tiene Mi Carne de Igual Manera Todo Lo Que Mi Padre y Nuestro Espíritu Santo Son y Tales y Cuales Son.

Todo lo del Padre Es Mío.

Todo lo Mío es del Padre.

Todo lo Nuestro Es De Nuestro Espíritu Santo.

Todo lo del Espíritu Santo Es Nuestro.

Nos diferenciamos sólo en que Mi Padre no es El Hijo.

EL Hijo Soy Yo.

Nos diferenciamos en que Yo no Soy el Padre.

Y, así, Nuestro Espíritu Santo no es el Padre ni el Hijo, que Yo Soy, sino El Amor Eterno Que Mi Padre y Yo Nos Tenemos.

Mas Somos Iguales en Dignidad y un Solo Ser Divino, Una Sola Esencia Divina, Un Solo y Único Dios Vivo y Verdadero.

A partir de Mi Encarnación, Yo quiero introducir toda la humanidad dentro de Mi Corazón, Soy Todopoderoso, quiero darle Vida Divina y Vida Sobreabundante.

Para Infinita Gloria y Desagravio de Mi Padre y de Mí y de Nuestro Espíritu Santo, y para Eterna Salvación de la Humanidad Me he Encarnado, a fin de que por medio de Mi Carne, es decir, de Mi Propio Cuerpo y de Mi Propia Alma, participéis de Nuestra Vida Divina, de Nuestra Infinita Felicidad.

Venid a Mí, almas Mías, para que tengáis Vida y Vida Sobreabundante. Os amo, os amamos.

Quiero pediros que Me abráis vuestras puertas, vuestro corazón, vuestra alma, vuestro espíritu.

Quiero divinizaros, quiero haceros partícipes de Nuestra Propia Vida o Esencia Divina.

PermitidMe que Yo, Que Soy la Eterna Palabra del Padre, os vaya llamando a vuestras puertas, a vuestro ser, a vuestras personas o espíritus, a fin de que Me consintáis que Yo Me vaya entregando a vosotras, Mis almas, a vosotros, Mis espíritus humanos.

Yo os quiero dar la Gracia de tener toda vuestra propia naturaleza humana, todo vuestro propio ser humano, adherido a Mi Cuerpo Adorabilísimo, a Mi Propia Alma Adorabilísima.

A través de Mi Cuerpo infinitamente Santo y a través de Mi Propia Alma infinitamente Santa, que contienen infinitamente Toda La Infinitud de Mi Propia Divinidad, quiero, de consuno con Mi Padre y con Nuestro Espíritu Santo, iros divinizando.