P. Paratio
A. Ammiranda
C. Coniugium
E. Erroneorum.
1. Preparación
Mis almas: Acudís a Mí, viniendo a Mis Ministros Ordenados, para que Yo, en la Infinita Unidad de Mi Padre y de Nuestro Espíritu Santo, os prepare.
Hacéis bien con PEDIRME que os bendiga, y esta es NUESTRA BEN-DICIÓN: Prepararos a vosotros para que podáis salir de vuestros propios errores y recibáis luego de Nos el estado y lugar que os corresponde en Mi Verdadera y Católica Iglesia y no en la equivocada que, a su vez, os equivoca, infiltrada como cizaña en la Única Católica Mía.
2. Admirable
Mis almas: Esta preparación que Mi Padre y Yo y Nuestro Eterno y Mutuo Amor, Nuestro Espíritu Santo, os dedicamos es una ADMIRABLE BEN-DICIÓN para vosotros, no para los errores, a fin de que salgáis de vuestros escondites pecaminosos y podáis luego recibir, con frutos de Vida Eterna, toda clase de bendiciones espirituales y celestiales Nuestras.
3. De los Cónyuges
Mis almas: Esta preparación que admirablemente os concedemos Mi Padre y Yo y Nuestro Espíritu Santo, es para que viváis Nuestro Sacramento del Bautismo cada día más y mejor, a fin de que, como os decimos a través de Nuestro primer, universal y fundamental Papa, San Pedro Apóstol, Padre de todos los fieles Sucesores suyos y de los Apóstoles y Sucesores fieles de éstos, en su primera carta, vosotros podáis ser, ante todo, CÓNYUGES de Nuestra Divina Naturaleza, CONSORTES de Nuestra Propia Esencia o Substancia Divina.
4. Equivocados
Mis almas: Todos tenéis el peligro de uniros a las criaturas de manera desordenada por culpa de los pecados.
Si vivís siempre Nuestro Sacramento del Bautismo, que consiste en el Sumergimiento verdadero y sobrenatural en Nuestra Propia Naturaleza Divina, os vais transformando en fieles hijos e hijas Nuestros, y, por tanto, unidos a Nos por encima de todo.
A causa de no VIVIRNOS a nosotros, por no saber cómo hacerlo, venís a Mí a través de Nuestros Ministros, pues Mi Padre y Yo y Nuestro Espíritu Santo, Que Somos Uno, Un Solo y Único Dios, Amor Infinito y Eterno, Creador y Redentor Vuestro, os llamamos a la conversión, al cambio de vida y mentalidad, para que os podamos bendecir y glorificar eternamente.