LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA NOS ENSEÑA
ELLA ES LA MADRE Y MAESTRA DE LA SANTA IGLESIA
P Perpetuo
A Actuar
C Ceremonialmente
E Eucarísticamente
I. Hija, te quiero enseñar, de parte del Señor, a no ser de ti, sino de Él; a no pensar por ti, sino por Él; a no centrarte en ti, sino en Él; a no disponer tú, sino Él Solo en tu vida.
1. Hija: No seas de ti, pues de ti nada eres, sólo en lo malo. En lo bueno, no eres de ti, sino de Dios.
2. En lo bueno, no eres de ti, sino de Dios Padre, de Dios Hijo, de Dios Espíritu Santo.
3. Eres, en lo bueno, no de ti misma ni de ninguna criatura, sino de la Santísima Trinidad, del Único Dios Verdadero, Que Es Padre e Hijo Jesucristo y Espíritu Santo.
4. Como no eres de ti misma ni de nadie, pues en lo bueno nadie es de sí mismo, sino de Dios, por eso no puedes pensar de ti misma, ni sentir de ti misma, ni recordar de ti misma, ni querer de ti misma, ni actuar de ti misma, ni nada de ti misma, sino sólo de Dios.
P Perpetuo
A Actuar
C Ceremonialmente
E Eucarísticamente
II. Hija, te quiero enseñar, de parte del Señor, a no ser de ti, sino de Él; a no pensar por ti, sino por Él; a no centrarte en ti, sino en Él; a no disponer tú, sino Él Solo en tu vida.
1. Hija: No pienses por ti, pues por ti nada eres, sólo en lo malo. En lo bueno, no piensas por ti, sino por Él.
2. En lo bueno, no piensas por ti, sino por Dios Padre, por Dios Hijo, por Dios Espíritu Santo.
3. Piensas, en lo bueno, no por ti misma ni por ninguna criatura, sino por la Santísima Trinidad, por el Único Dios Verdadero, Que Es Padre e Hijo Jesucristo y Espíritu Santo.
4. Como no eres por ti misma ni por nadie, pues en lo bueno nadie es por sí mismo, sino por Dios, por eso no puedes pensar por ti misma, ni sentir por ti misma, ni recordar por ti misma, ni querer por ti misma, ni actuar por ti misma, ni nada por ti misma, sino sólo por Dios.
P Perpetuo
A Actuar
C Ceremonialmente
E Eucarísticamente
III. Hija, te quiero enseñar, de parte del Señor, a no ser de ti, sino de Él; a no pensar por ti, sino por Él; a no centrarte en ti, sino en Él; a no disponer tú, sino Él Solo en tu vida.
1. Hija: No te centres en ti, pues centrándote en ti, no te centras, sólo en lo malo. En lo bueno, no te centras en ti, sino en Dios.
2. En lo bueno, no te centras en ti, sino en Dios Padre, en Dios Hijo, en Dios Espíritu Santo.
3. Te centras, en lo bueno, no en ti misma ni en ninguna criatura, sino en la Santísima Trinidad, en el Único Dios Verdadero, Que Es Padre e Hijo Jesucristo y Espíritu Santo.
4. Como no te centras en ti misma ni en nadie, pues en lo bueno nadie se centra en sí mismo, sino en Dios, por eso no puedes pensar centrándote en ti misma, ni sentir centrándote en ti misma, ni recordar centrándote en ti misma, ni querer centrándote en ti misma, ni actuar centrándote en ti misma, ni nada centrándote en ti misma, sino sólo centrándote en Dios.
P Perpetuo
A Actuar
C Ceremonialmente
E Eucarísticamente
IV. Hija, te quiero enseñar, de parte del Señor, a no ser de ti, sino de Él; a no pensar por ti, sino por Él; a no centrarte en ti, sino en Él; a no disponer tú, sino Él Solo en tu vida.
1. Hija: No dispongas tú de tu vida, pues tú no dispones de tu vida, sólo en lo malo. En lo bueno, no dispones tú de tu vida, sino sólo Dios.
2. En lo bueno, no dispones tú de ti, sino Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo.
3. Dispones, en lo bueno, no tú misma de ti, ni ninguna criatura de sí misma, sino la Santísima Trinidad, el Único Dios Verdadero, Que Es Padre e Hijo Jesucristo y Espíritu Santo.
4. Como no dispones de ti misma ni de nadie, pues en lo bueno nadie dispone de sí mismo, sino Dios, por eso no puedes pensar disponiendo tú de ti misma, ni sentir disponiendo tú de ti misma, ni recordar disponiendo tú de ti misma, ni querer disponiendo tú de ti misma, ni actuar disponiendo tú de ti misma, ni nada disponiendo tú de ti misma, sino sólo Dios.
COMENTARIO
Para todo ello hace falta vivir continuamente en la Presencia de Dios.
1. Hace falta que el alma no viva en la presencia de sí misma, sino de Dios.
2. Para esto el alma debe estar ardiendo en el Fuego del Divino Amor.
3. Debe amar constantemente al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
4. Debe consumirse en el Fuego del Amor a Dios y en el Fuego del Amor de Dios.