Hijo Mío Abraham:
Los pueblos te invocan. Pero no todos te conocen. Tú eres obra de Mis Manos. Yo Me manifesté a ti. Tú viste Mi Día y te llenaste de Alegría.
Yo te he creado y te amé desde toda Mi Eternidad, que Es la Misma Eternidad de Mi Padre y del Amor Mutuo de Mi Padre y Mío, Que Es Nuestro Espíritu Santo.
Tú escuchaste Mi Voz y Me seguiste. Tú Me invocaste y Yo te di a conocer Mi Nombre, Que Es El Mismo Nombre de Mi Padre y Mío: El Único Dios Vivo y Verdadero.
Tú, hijo Mío Abraham, sabes que Yo, Jesucristo Soy el Único Dios Vivo y Verdadero, en la Infinita Unidad de Mi Padre y de Nuestro Espíritu Santo.
Tú, tras tu peregrinación por la tierra siguiendo Nuestra Voz, gozas de Nos en el Cielo.
Ves cómo en la tierra hay muchos que dicen conocerte y ser hijos espirituales y descendientes tuyos según la carne.
Pero sólo son hijos espirituales tuyos y Verdadera Descendencia tuya los que siguen tu verdadera y única Fe en Mí y en Mi Padre y en Nuestro Eterno y Mutuo Amor, Que es Nuestro Espíritu Santo.
Esta Es Verdadera Fe Divina y Católica.