P. Papa, prohíbe
A. Apostasía,
C. Cismas,
E. Extravíos.
Hijo mío, amado Papa:
Te pido, por Mi Divino Corazón, que ante la actitud apostática o de apostasía de personas, preguntes el motivo por el cual quieren apostatar de Mí.
Si descubrieses que es por algún escándalo de la jerarquía o de ti mismo o de otras personas de Nuestra Iglesia, ayúdales; y si tú mismo has de reformar, según Mi Corazón, palabras que dijeras, hubieses dicho o estuvieras para decir, o hechos que no concuerdan con Mi Divina Voluntad, no tengas ningún inconveniente en reformar tus propias palabras y tus propios hechos, para que no se produzca por causa de algún jerarca, incluido tú mismo, o de alguna persona de Nuestra Iglesia, el escándalo que pudiera provocar —aunque no debiera ser así— la apostasía de alguien, de varios o de muchos.
Y, además, cuando observes que persona o personas impugnan tu Autoridad, como si no fueras bajo mi Divina Providencia puesto en el más Alto Puesto; o, incluso, bajo excusa de errores y actuaciones erróneas tuyas, no tengas inconveniente en preguntarles cuáles son las causas por las cuales se quieren separar de tu propia Autoridad; y si te dijeran cuáles son esos motivos y vieras que tuvieses que despertar tu alma a la Verdad que Yo Soy en plenitud, en tus obras y en tus hechos, cambia tú, no te preocupes, y evitarás un cisma que propiamente no debería ser con respecto a la Autoridad que Mi Divina Providencia te ha dado, sino solamente con respecto a algunas palabras o hechos tuyos; y, asimismo, en todos los demás extravíos que hubiesen en Nuestra Iglesia, disparidad de opiniones en contra de Mi Divino Querer, en contra de Mi Divina Verdad.
Procura manifestar Mi Nombre Tal Cual Es, que para eso te doy las gracias necesarias, y Yo premiaré en ti todo lo que por Mi Amor hicieres, humillándote por mi Divino Corazón, como ejemplo para toda Nuestra Grey.