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Quincuagésimos primeros Diálogos de Jesús con San Pedro Apóstol, Padre de los Apóstoles

Hijo Nuestro Muy Amado, Pedro Apóstol, Padre de los Apóstoles:

Te impulso y envío siempre a que, desde Nuestra Eterna Gloria, digas a todos que hablen del eterno infierno, lugar y estado de eterna CONDENACIÓN.

Yo hablo continuamente a las almas de que quiero su Salvación Eterna, pues Me he hecho Carne para REPARAR NUESTRO DIVINO HONOR INFINITAMENTE OFENDIDO por los pecados y rescatar a las almas y a los cuerpos de los seres humanos de las garras del maligno, redimirlos, santificarlos y salvarlos, si las almas consienten en dejarse hacer por Mí.

No quiero la CONDENACIÓN de las almas. Quiero que se CONVIERTAN Y VIVAN ETERNAMENTE CONMIGO Y CON MI PADRE Y CON NUESTRO ESPÍRITU SANTO EN EL CIELO.

PREDICAD ESTO CONTINUAMENTE.

NO DEJÉIS DE HABLAR DEL INFIERNO, DE LA CONDENACIÓN ETERNA.

DE ELLO DEPENDE LA SALVACIÓN DE MULTITUDES DE ALMAS.

QUIERO QUE TODOS ESTÉIS CON NOS, QUE SOMOS EL ÚNICO DIOS VIVO Y VERDADERO, FELICÍSIMA TRINIDAD, Y QUE ESTÉIS ETERNAMENTE CON MI SANTÍSIMA MADRE, CON MI PURÍSIMO CUSTODIO SAN JOSÉ Y CON TODOS LOS ÁNGELES, SANTAS Y SANTOS DEL PARAISO.

OS AMAMOS MI PADRE Y YO Y NUESTRO ESPÍRITU SANTO.

PERMANECED EN NUESTRO ETERNO, INFINITO Y DIVINO AMOR.