Compartir

Quintas Confidencias de Jesús a Sus Obispos de todos los tiempos

1. Mirad Mi Sacratísima Humanidad.

2. No os miréis a vosotros mismos.

3. Yo no quise la existencia de la humanidad por ella misma, sino por Mí Mismo.

4. Así como Yo, así Mi Padre y Nuestro Mutuo Amor, el Espíritu Santo.

5. Mi Padre y Yo y Nuestro Espíritu Santo os hemos creado y amado no por vosotros mismos, sino por Nos Mismo.

6. Sois Nuestros Siervos.

7. Tendréis que darNos cuenta de Vuestro Pastoreo.

8. Os hemos enviado, no para que vayáis por vosotros mismos, sino por Nos Mismo, Que os hemos enviado.

9. Actuad sólo como enviados Nuestros.

10. Así seréis, en verdad, Siervos buenos Nuestros, Siervos fieles Nuestros.

11. Entonces seréis Nuestros Amigos.

12. NO OS HAGÁIS AMIGOS DE LOS ÍDOLOS.

13. No emparentéis con ellos.

14. No os dejéis influir por ellos, pues son enemigos Míos.

15. NO IDOLATRÉIS A LAS CRIATURAS.

16. NO OS ENAMORÉIS DEL HOMBRE.

17. NO OS ENAMORÉIS DE LA HUMANIDAD.

18. ENAMORAOS DIVINAMENTE DE MI PROPIA SACRATÍSIMA Y ADORABILÍSIMA HUMANIDAD.

19. AmadMe por encima de vosotros mismos y por encima de todo.

20. Mi Sacratísima Humanidad no es pecadora, sino que tomé Carne Purísima, Inmaculada, parecida a la vuestra menos en el pecado.

21. Y, además, Mi Propia Sacratísima Humanidad es infinitamente Santa, pues no tiene un espíritu personal creado, sino que Mi Cuerpo y Alma tiene un «YO», o ESPÍRITU PERSONAL DIVINO, que forma, desde el primer momento de Mi Propia Encarnación, UNA UNIDAD INFINITA Y ETERNA CON MI PROPIA Y SACRATÍSIMA HUMANIDAD, es decir, CON MI PROPIO CUERPO Y CON MI PROPIA ALMA.

22. ESE YO ÚNICO DE MI CUERPO Y DE MI ALMA SOY YO MISMO, EL HIJO ÚNICO DEL PADRE, IGUAL A MI PADRE Y A NUESTRO ESPÍRITU SANTO.