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Segundas Confidencias de Jesús a sus amados Papas

1. «Hijos Míos muy amados, Vicarios Míos muy queridos.

2. Quiero que tengáis una Intimidad muy grande Conmigo.

3. Habéis de dialogar siempre únicamente Conmigo, y, por lo tanto, con Mi Padre y con Nuestro Mutuo, Infinito y Eterno Amor, Que Es Nuestro Espíritu Santo.

4. Vuestras palabras han de ser siempre las Mías. Sed Santos Vicarios Míos, los cuales no se permiten a sí mismos ni una sola palabra que no venga de Mí.

5. Yo quiero dominaros por completo, a fin de que ya no seáis vosotros nada en nada, sino Yo, con Mi Padre y Nuestro Espíritu Santo, Todo, en todo vuestro ser, en todo vuestro sentir, en todo vuestro pensar, en todo vuestro querer, en todo vuestro actuar.

6. No rechacéis nunca el ser nombrados como «Santo Padre o Santidad», pues se refieren a Mí, ya que hacéis Mis veces, Me representáis, y ello os ayudará a recordar la especialísima Obligación de ser enormemente Santos.

7. Vuestros atuendos papales todos, añadidos a lo largo de los siglos, tienen todos significaciones santas, que debéis descubrir y enseñar, coincidiendo todas con la inmensa Dignidad Que os hemos querido otorgar Mi Padre y Yo y Nuestro Espíritu Santo.

8. No menospreciéis esos atuendos, esos signos papales. Buscadles su Significación Divina y agradecedMe que hayamos querido que los portéis a la Mayor Honra y Gloria de Mi Padre y Mía y de Nuestro Espíritu Santo.

9. No os enfriéis hablando con el mundo. Conservad el verdadero Diálogo Mío y de Mi Padre y de Nuestro Espíritu Santo.

10. Todo Diálogo Verdadero ha de ser realizado por Mí, Que Soy El Que Soy El «LOGOS», EL «VERBO O ETERNA PALABRA DE MI PADRE». No seáis vosotros los que dialoguéis, sino Yo en vosotros.

11. Todo DIÁLOGO que no es efectuado por Mí, ha de estar fuera de vuestros labios, fuera de vuestro pensamiento, fuera de vuestro corazón.

12. Sabréis que la palabra «DIÁ-LOGO», viene del griego: «DIA», que se traduce «POR», y de «LOGOS», que significa el «VERBO» o «PALABRA». Yo Soy el Verbo o Palabra del Padre, la Sabiduría Eterna del Padre, el Conocimiento Que El Padre Tiene de Sí Mismo. SOY IGUAL A MI PADRE Y A NUESTRO ESPÍRITU SANTO.

13. Por tanto, todo diálogo que no es por Mí, que Soy el Verdadero y Único y Eterno Logos, se convierte en «diabolus», es decir, en «diablo», en enemigo Mío y de Mi Padre y de Nuestro Espíritu Santo».