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Septuagésimos Diálogos de Jesús con San Pedro Apóstol, Padre de los Apóstoles

Hijo Nuestro Muy Amado, Pedro Apóstol, Padre de los Apóstoles:

«TÚ ERES PEDRO, Y SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARÉ YO MI IGLESIA, Y LAS PUERTAS DEL INFIERNO NO PODRÁN CONTRA ELLA. A TI TE DOY LAS LLAVES DEL REINO DE LOS CIELOS. LO QUE ATES EN LA TIERRA, QUEDARÁ ATADO EN EL CIELO; Y LO QUE DESATES EN LA TIERRA, QUEDARÁ DESATADO EN EL CIELO» (Mateo 16, 19)

PRUEBA DE SANTIDAD PARA MIS SACERDOTES

PEDRO: DÍ A LOS CORDEROS TODOS DE MI CELESTIAL REBAÑO QUE PEREGRINA AÚN POR LA TIERRA, DE PARTE MÍA, EN NOMBRE MÍO Y DE MI PADRE Y DE NUESTRO ESPÍRITU SANTO:

Mis Sacerdotes:

¡Con qué Santidad debéis tocarMe! ¡Con la Santidad inmensa del Sacramento, que habéis recibido, del ORDEN SACERDOTAL!

¡APRENDED DE MI SANTÍSIMA MADRE, QUE ES LA FUENTE INMACULADA, PURÍSIMA, DE TODAS NUESTRAS DIVINAS GRACIAS!

¡APRENDED DE NUESTRO CUSTODIO FIDELÍSIMO, SAN JOSÉ, EL SIEMPRE RODEADO DE NUESTRA INMACULADA CONCEPCIÓN, QUE ES EL PURÍSIMO ADMINISTRADOR DE TODOS NUESTROS DIVINOS DONES!

DE ESTE MODO, NO SOIS VOSOTROS LOS QUE ME TOCÁIS, SINO MI PADRE Y NUESTRO ESPÍRITU SANTO A TRAVÉS DE VOSOTROS, con tal de que reavivéis en Vosotros, por Nuestra Divina Gracia y Misericordia, como es Vuestro Sacrosanto Deber, el SACRAMENTO DEL ORDEN SACERDOTAL RECIBIDO.

No tocáis las Apariencias Eucarísticas o meras apariencias de pan o de vino, SINO MI PROPIA Y DIVINA CARNE, MI PROPIA SANGRE DIVINA, MI PROPIA DIVINA AGUA, MI PROPIA Y DIVINA ALMA, MI PROPIA DIVINIDAD, QUE ES TODA LA MISMA DIVINIDAD O ESENCIA O SER DIVINO PROPIO DE MI PADRE Y DE NUESTRO MUTUO Y ETERNO E INFINITO AMOR, QUE ES NUESTRO PROPIO ESPÍRITU SANTO.

Y no lo hacéis con vuestras manos, SINO CON LAS MÍAS en las Vuestras, gracias a la CONSAGRACIÓN ESENCIALMENTE DISTINTA que, por medio del SELLO INDELEBLE de Nuestro Sacramento Del Orden Sacerdotal, han recibido de Nos Vuestras MANOS SACERDOTALES y todo Vuestro Ser, a imagen y Semejanza Mía, Que Soy El Que Soy El Sumo y Eterno Sacerdote, La Suma y Eterna Víctima, El Sumo y Eterno Altar.

SED SANTOS, MIS SACERDOTES, SED SANTOS CON LA SANTIDAD PROPIA DE ESTE SACRAMENTO DEL ORDEN SACERDOTAL QUE OS HEMOS REGALADO PARA PERPETUAR MI MISIÓN, MI ACCIÓN SACERDOTAL POR VUESTRO MEDIO EN EL MUNDO.