Si la Santa Misa la dijera el sacerdote sin percatarse de que es Nuestro Señor JESUCRISTO Quien La Celebra a través de dicho sacerdote, éste no tendría clara y Divina CONCIENCIA del Misterio Que Está Sucediendo.
Y cuando Nuestro SEÑOR JESUCRISTO pronuncia que Su Propia Iglesia, Santa y Católica «Sea Una con el Papa» o con el que incluso indigna o hasta inválidamente se sentara en el Trono de Pedro, NO SE OLVIDA DE SÍ MISMO, NO PUEDE OLVIDARSE DE QUE EL QUE VERDADERAMENTE SE SIENTA Y ESTÁ SIEMPRE SENTADO DIVINAMENTE EN EL TRONO DE PEDRO ES ÉL MISMO, EL MISMO CRISTO, SU PROPIA, ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE DIVINA PERSONA, LA SEGUNDA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, y de que, en verdad, en todo caso NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SE ESTÁ EN SEGUNDO LUGAR, TRAS ÉL MISMO, REFIRIENDO A SAN PEDRO APÓSTOL, PADRE DE LOS APÓSTOLES, SOBRE EL CUAL HAN DE ESTAR TAMBIÉN EDIFICADOS SUS SUCESORES.
Con ello, Nuestro Señor JESUCRISTO no canoniza por ello a ningún Papa, sea o no usurpador de la Silla de Pedro, sino que POR ENCIMA DEL PAPA, Y PESE AL PAPA Y HASTA EN CONTRA DEL PAPA, SU IGLESIA SANTA Y CATÓLICA ES UNA SOLA COSA CONSIGO MISMO, CABEZA INFINITAMENTE TRASCEDENTE, INFALIBLE, INDEFECTIBLE, INMUTABLE, siendo esta misma Declaración UN ALDABONAZO A LOS VERDADEROS O FALSOS PAPAS PARA SU CONVERSIÓN, PARA LA CONVERSIÓN DE ELLOS MISMOS. LO QUE LOS SACERDOTES HEMOS DE HACER ES CUMPLIR BIEN CON NUESTRO MINISTERIO, DENUNCIANDO LOS ERRORES CON LA CLARIDAD Y LA CARIDAD DE CRISTO.
¡VEAMOS AHORA ESTE DESCUBRIMIENTO!
EL «UNA CUM…» TIENE SENTIDO DEPRECATIVO, NO ASERTIVO, PUES ¡SUPRIME EL VERBO SER…!, COMO EN EL «DOMINUS VOBISCUM…», para que se entienda que no aseguramos que la Jerarquía Católica Toda sea ya en la Tierra, de hecho, UNA CON LA SANTA MADRE IGLESIA TOTALMENTE, sino para que lo sea COMO en el CIELO, suplicamos, pedimos, intercedemos.
Cuando en el Canon Romano de la Santa Misa se dice «UNA CUM…» PAPA NOSTRO… , etcétera, no quiere decir que el Papa, el Obispo, estén ya, de hecho, en unidad perfecta o en unión incluso mínima con la Iglesia: Quiere decir que ¡SEA UNO CON LA IGLESIA!, con la Iglesia Inmutable, porque Ella es el Cuerpo del Inmutable, Jesucristo, que es el Mismo ayer, hoy y por los siglos.
¿Cómo hay que entender, por lo tanto, este UNA CUM…? Porque, hasta no hace demasiado tiempo, también se decía «UNA CUM REGE NOSTRO…» (refiriéndose en España al Rey de la nación), es decir, UNA CON nuestro REY. No es para que creamos que la Iglesia ha de pensar como el Rey, sino, al contrario: Que el Rey ha de pensar como el Cuerpo Místico de Cristo, que piensa como Cristo.
Y cuando se aplica al Papa, pues igual es; y por eso no pone el verbo ser, diciendo: ES UNA CUM, sino que suprime el verbo ser, lo deja elíptico, implícito, para que entendamos que es UNA SÚPLICA al SEÑOR, diciendo, pidiendo, suplicando QUE SEAN UNO CON LA IGLESIA.
Pero ELLA es tan humilde, la Santa Madre Iglesia, que dice: PAPA, OBISPO, REY, SEA YO, por fin, UNA CON VOSOTROS; y para que YO SEA, al fin, UNA CON VOSOTROS, tenéis que ser, por la gracia de Dios, UNA SOLA COSA CONMIGO, QUE SOY la Santa Madre Iglesia: LA VERDADERA, la que piensa como el MISMO DIOS PIENSA, porque MI CABEZA es DIOS MISMO.
A Él, TRINIDAD BEATÍSIMA, EL MAYOR HONOR Y GLORIA, por todos los siglos de los siglos. Amén.