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Vigésimos sextos Diálogos de Jesús con San Pedro Apóstol, Padre de los Apóstoles

Mi Amado Pedro:

Yo lo tengo todo presente en Mí, lo Mismo que Mi Padre y Nuestro Espíritu Santo, Que Es El Que Es El Amor Mutuo y Eterno de Mi Padre y Mío.

Te voy diciendo estas Cosas no porque no Las sepas, sino porque Las sabes y siempre deseas vivamente oírMeLas, escuchárMeLas eternamente.

Así son todos los Amigos Nuestros.

Pues bien, siempre tenemos Presente en Nos, tanto Mi Padre como Yo Mismo y como Nuestro Espíritu Santo, el grandísimo Dolor que sintió Nuestro Divino Corazón, al quitar de Nuestros Católicos y Santos Templos los Comulgatorios, los Reclinatorios para que Nuestros Fieles se arrodillasen al recibirNos en la Sagrada Comunión. Este Dolor persiste. Es inmenso.

Prometemos llenar de especiales Gracias Espirituales y Celestiales a todos aquellos que cooperen con Tus Sucesores y con los Sucesores de Mis Apóstoles, los Obispos, y con Sus Cooperadores los Prebíteros y Diáconos, en devolverNos este Honor, y, a Nuestros Fieles, devolverles este gran Beneficio: PoderNos recibir Más Fácilmente de Rodillas y sin dilación, esto es, en sus bocas, para Gloria y Alabanza Nuestra y Santificación y Glorificación Eterna de Mis Fieles Cumplidores de Nuestra Divina Voluntad hasta el fin de sus vidas en la Tierra, para vivir un día, felicísimos, en la Eterna Luz del Cielo.