P. Perfección del
A. Alma,
C. Celestial y
E. Espiritualmente.
El Padre y Su Hijo Único Jesucristo Eucaristía y el Eterno y Mutuo Amor de Ambos, El Espíritu Santo, Que Son Uno Solo y El Único Dios Vivo y Verdadero, quieren, libre y gratuitamente, perfeccionar nuestras almas, con Divinas Bendiciones Celestiales y Espirituales.
Bendiciones Divinas, Sobrenaturales, destinadas a sobrenaturalizar nuestras almas y nuestros cuerpos.
Para recibir las Bendiciones de Dios, los espíritus humanos hemos de renunciar a todo pecado, a toda falta, a toda imperfección, así como renunciarse a sí mismos, queriendo únicamente que se cumpla en todos nosotros y en todo la Divina Voluntad, el Querer del Padre y del Hijo Único Jesucristo y del Espíritu Santo.
Nuestro Señor Jesucristo, con Su Propia Voluntad Humana, tiene siempre el Mismo Querer de Su Propia Voluntad Divina, el Mismo Querer de Su Padre y de Su Mutuo y Eterno Amor, el Espíritu Santo.