TRANSMISIÓN DE LA UNIVERSAL ROMANA PIEDRA DE JOSÉ NAZARENO, EL ELEGIDO PARA SUSTENTAR LA HUMANIDAD DE JESUCRISTO, OFRECIDA AL PADRE, Y DE LA MADRE AMANTÍSIMA DEL REDENTOR, EL MISMO JESUCRISTO ETERNO, GLORIOSO LEÓN DE JUDÁ
P. Pontifical,
A. Amorosa
C. Conciencia
E. Eterna.
Esta es la Conciencia Eterna, sin principio ni fin, de Nuestro Señor Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero, Pontífice, Amor Eterno, Sumo y Eterno Sacerdote.
Cristo Nuestro Señor tiene UNA SOLA CONCIENCIA, CONCIENCIA DIVINA, pues es Únicamente Persona Divina.
La CONCIENCIA pertenece al «YO», a la PERSONA, y como la Persona de Cristo es Divina, por eso, Su Conciencia es Divina.
Su Alma Humana posee sin límites TODA SU PROPIA CONCIENCIA que es Únicamente DIVINA. De ahí que las Facultades Humanas del Alma de Nuestro Señor Jesucristo poseen sin límites todos los Infinitos Atributos Divinos de Nuestro Señor Jesucristo, Atributos o Prerrogativas Infinitas, Divinas y Eternas que coinciden con Su Propia Esencia Divina, la Misma Esencia o Substancia Divina de Su Padre y del Espíritu Santo.