«Yo Soy El Pan Vivo Que ha bajado del Cielo. Quien coma de Este Pan vivirá para siempre. Y el Pan Que Yo daré, Es Mi Carne, para la Vida del mundo» (Juan 6, 44 – 51).
Yo he bajado del Cielo.
¿Cómo os atrevéis a cogerMe con vuestras manos?
¿No os basta recibirMe en vuestro corazón a través de la vida interior de vuestra boca?
Vida interior que es la inmediata unión especial Conmigo que debéis tener en vuestra boca, que se aumenta al tomar de Mí y comer de Mí, de Mi Cuerpo, de Mi Sangre y Agua, de Mi Alma, de Mi Divinidad; pues llego a vosotros llamando a vuestra puerta, a vuestra boca, para que Me la abráis a Mí y a Mis Propias Manos, no a las vuestras. Os amo, Mis almas, os amo.
No abráis vuestra boca a vuestras propias manos, sino a las Mías, pues por el Santo Sacramento del Orden Sacerdotal, las Manos de Mis Ministros Ordenados por este Sacramento, se convierten misteriosa y verdaderamente, por participación, en Mis Manos.